Líbranos del mal
Scott Derrickson ya lleva un camino recorrido en el género del terror. Es director y guionista de títulos como El exorcismo de Emily Rose (2005) y Siniestro (2012), la cinta que logró éxito de crítica y taquilla con la historia de Ellison Oswalt (Ethan Hawke), un escritor y padre de familia que descubre videos caseros sobre diferentes asesinatos, todos conectados con la figura de un demonio.
Una terrorífica aparición de tiempos ancestrales, que también se hace presente en Líbranos del mal. Su trama tiene como protagonista a Ralph Sarchie (Eric Bana), un agente de la policía de Nueva York que comenzó su semana laboral de la peor manera.
No sólo concurrió a un llamado donde se encontró a un niño de pocas semanas muerto en un basurero, sino que también decidió ir con su compañero Butler (Joel McHale) a chequear un grave caso de violencia doméstica. Una escalada de malas experiencias, a la que luego se suma una mujer que arroja a su hijo al foso que separa a los leones del público, en el zoológico de la ciudad.
Un último incidente que pone a Sarchie en medio de una serie de sucesos con un punto en común: tres soldados que en Irak sufrieron una aterradora experiencia que cambió sus vidas. En especial la de Santino (Sean Harris), quien estaría poseído por un demonio y hace del policía y su familia el próximo blanco de su maldad.
Pero Sarchie no está solo, ya que en sus investigaciones conoce a Mendoza (Edgar Ramírez), un cura experto en exorcismos. Mientras el policía escéptico es enfrentado a sus temores, el sacerdote le asegura que en la religión está la salvación.