Y el carnaval de 2022 también llegó a ser cancelado en enero, cuando la variante Ómicron provocó una tercera ola de la pandemia en Brasil con números récords de contagios, pero la alcaldía dio un paso atrás y, con la previsión de que la emergencia sanitaria estaría superada, anunció que las escuelas de samba desfilarían en abril, con dos meses de atraso respecto a la fecha habitual.
Pese a que la municipalidad tan solo autorizó los desfiles en el sambódromo, en donde se puede limitar el acceso tan sólo a las personas que presenten su certificado de vacunación, desde el pasado jueves una veintena de blocos (comparsas) han salido a las calles para realizar presentaciones “clandestinas” ante la vista gorda de las autoridades.