¿Qué haces si eres un país que se está preparando para sus primeras misiones tripuladas a la Luna y quieres que todo salga bien? Solución: te construyes una "luna artificial" para ir practicando. Al menos eso es lo que ha hecho China.
Un grupo de científicos de la Universidad China de Minería y Tecnología, inspirados en los experimentos que hicieron levitar una rana con imanes, ha construido una instalación de investigación capaz de simular la baja gravedad lunar.
Con el objetivo de preparar a los astronautas para futuras misiones de exploración, la instalación se encuentra en la ciudad de Xuzhou, en la provincia de Jiangsu. La “luna artificial” podrá encender y apagar la gravedad siempre que sea necesario y al igual que ya hizo con su ”sol artificial”, China prevé la construcción de su propio satélite. El concepto de “luna artificial” es originario de un artista francés, que hablaba de colgar un collar de espejos sobre la Tierra para que se reflejara la luz del sol en las calles de París durante todo el año.
Está claro que China quiere adelantarse a cualquier país en la carrera espacial, como ya ha venido haciendo con la guerra armamentística. En el caso del sol artificial chino, la estatura era de once metros y ocho diámetro, y se trataba de un reactor nuclear que permitiría al país producir una energía limpia casi ilimitada, así como se pudo multiplicar la temperatura del Sol durante más de 17 minutos y llegando a alcanzar los 70 millones de grados. Una inversión cercana a los 1.000 millones de dólares y que se seguirá experimentando hasta junio, aunque está claro que, de fallar el sistema, podría acarrear consecuencias de una magnitud catastrófica. Corea del Sur, por su parte, también se encuentra emulando otro sol artificial.
La inspiración para crear este sistema viene de un trabajo sobre levitación magnética del físico ruso André Geim, del que China ha utilizado para acelerar sus misiones a la luna. El truco de levitación de Geim, que después ganaría el Nobel de Física por sus hallazgos sobre el grafeno, consiste en un efecto de levitación diamagnética, que aplica un campo magnético externo a los átomos de un objeto, de forma que los electrones modifican su movimiento, produciendo su propio campo magnético para oponerse al ya aplicado.
La gravedad en la luna es apenas una sexta parte de la de la Tierra. En la nueva instalación, que funciona como una cámara de vacío, se está recreando un paisaje lunar artificial, formado por rocas y polvo que son tan ligeros como los que se encuentran en la superficie de la luna. La Administración Espacial Nacional China espera que su luna les ayude a testear también equipos lunares dentro del pequeño espacio simulado, como probar si el equipo de impresión 3D funciona en condiciones de baja gravedad para construir estructuras en la superficie lunar real.
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Según anunciaba en 2018 la agencia de noticias Xinhua, la luna es “seis veces más brillante que el propio satélite de la Tierra”. Li Ruilin, el investigador líder del proyecto, asegura que es “el primer simulador de su tipo en el mundo”. Asimismo indica que su efectividad es tan buena que puede hacer que la gravedad “desaparezca” sin límite de tiempo, tal y como recoge Xataka. “Algunos experimentos, como una prueba de impacto, sólo necesitan unos segundos [en el simulador]. Pero otros, como las pruebas de resistencia, pueden llevar varios días”, explica Li.
Tal y como informa South China Morning Post, la luna tiene 60 centímetros de diámetro y cuenta con un campo magnético lo suficientemente fuerte como para contrarrestar la fuerza de la gravedad terrestre. De esta forma, dice el medio hongkonés, podría hacer levitar cosas pequeñas, tales como una castaña o animales de poco tamaño como una rana.
Hace poco, anunció su intención de adelantar la construcción de su base lunar a 2027, que cuenta con la colaboración de Rusia. De este modo, sería hasta ocho años antes de lo previsto.
Hay que recordar que China no ha firmado en ningún momento los Acuerdos Artemisa, un pacto entre naciones auspiciado por Naciones Unidas, los cuales ponen de manifiesto la necesidad de la colaboración pacífica entre naciones como base fundamental de la exploración espacial y promulgan la transparencia en sus misiones científicas y de exploración. El programa espacial sigue creciendo. Hace poco, se convirtió en la primera nación en detectar agua directamente en la superficie de la Luna gracias a su sonda Chang’e-5. También tiene previsto poner humanos en Marte de aquí a diez años, al igual que SpaceX.