Neil Turok, es un físico teórico sudafricano, director emérito del Instituto Perimetral de Física Teórica, en Canadá. Él es uno de los estudiosos que no están del todo de acuerdo con la explicación proporcionada por la teoría del "Big Bang" con respecto a la creación de nuestro universo.
"Creo que hay suficiente evidencia para convencernos de que hubo un Big Bang, pero es profundamente misterioso...no conocemos su mecanismo".
Turok trabajó junto a Stephen Hawking tratando de descifrar el inicio del universo, pero reconoce que los cálculos en los que trabajaron juntos "fallaron y eran inconsistentes". El físico sudafricano reconoce que es parte de una minoría, pero propone una visión distinta del Big Bang.
Turok, además, va en contravía de las teorías y los experimentos que sugieren que vivimos en un universo complejo. Cuestiona las teorías y los experimentos que, para poder explicar cómo funciona el universo, añaden cada vez más teorías sobre partículas, dimensiones extras o campos invisibles.
Su visión, en cambio, es que el universo es "extremadamente simple", y que no es necesario sugerir nuevas teorías, ni nuevas partículas para explicarlo.
"Nos estamos ahogando en teorías", dice."El universo es increíblemente económico. Tiene unos cuantos principios y los usa una y otra vez".
Las ideas de Turok, además de cuestionar el trabajo de varios de sus colegas, conlleva preguntas existenciales que van más allá de la cosmología.
La historia tradicional de Big Bang nos dice que el tiempo y el espacio se formaron cuando tras la poderosa explosión, el universo se expandió miles de millones de veces su tamaño original, mediante un proceso conocido como "inflación".
Luego, a medida que se siguió expandiendo y enfriando, el universo fue dejando de ser una sopa densa e hirviente de partículas y se fueron formando los cúmulos de materia de la que están hechas las estrellas y las galaxias.
A Turok, sin embargo, no le convence mucho esta visión. El problema, según su teoría, es que esta concepción del universo viola un principio de simetría que dice que la física permanece invariable cuando el tiempo, el espacio y la materia-antimateria se invierten.
Entonces, la propuesta de Turok es que el Big Bang dio origen también a un "universo espejo", donde rigen nuestras mismas leyes de la física, pero a la inversa.
Es un "antiuniverso" donde el tiempo corre hacia atrás y lo dominante es la antimateria. De esa manera se cumpliría la simetría. Este mecanismo, aunque parece más complejo, según Turok es una explicación más sencilla sobre lo que ocurrió en los primeros instantes del universo.
Por ejemplo, elimina la posibilidad de que existan multiuniversos o dimensiones extra, que son hipótesis hasta ahora no comprobadas, de lo que pudo ocurrir como producto del Big Bang, y que se utilizan para explicar varios fenómenos cosmológicos.
El modelo del universo espejo también ofrece una respuesta a la materia oscura. La materia ordinaria, la que podemos ver y tocar, constituye solo cerca del 5% de la materia del universo. El resto corresponde a una misteriosa materia oscura de la que poco se sabe. La respuesta podría ser que esa materia oscura está hecha de una partícula hasta ahora desconocida.
Turok, sin embargo, dice que no es necesario pensar en nuevas partículas hipotéticas para explicar la materia oscura. Su teoría predice que el Big Bang produjo una gran cantidad de "neutrinos diestros", un tipo de partícula que aunque aún no se ha observado, los físicos están bastante seguros de que existe.
Según el modelo del universo espejo, la materia oscura está hecha de "neutrinos diestros".
"Demostramos que en este universo doble que pasa por el Big Bang, se puede calcular cuántos de estos neutrinos diestros debería haber en el universo actual, y ese número concuerda con la materia oscura. De esta manera se nos ocurrió la explicación más simple hasta ahora para la materia oscura, que no requiere ninguna física nueva", dice Turok.
"El universo es la cosa más simple del universo", dijo en una charla en la que presentaba su teoría. Con esto se refiere a que no es partidario de añadir nuevas partículas, nuevos campos, nuevas dimensiones en el estudio de la física y la cosmología.
"El área en el que trabajo ha sido responsable de miles de modelos y conceptos, pero ahora quedamos como tontos, porque resulta que la naturaleza nos está mostrando que es extremadamente simple", dice el físico. "No hay evidencia de estas nuevas adiciones que gente como yo hemos estado haciendo durante los últimos 30 años".
Para el físico, el universo es tremendamente simple en las más pequeñas y las más grandes escalas, pero a medio camino entre ellas, donde se ubican los seres humanos, sí que está la complejidad.
"A mi me gusta llamarlo la 'desordenada mitad' de la escala", dice. "No estamos en el Big Bang que es bastante aburrido y uniforme, no hay nada interesante en el Big Bang. Nosotros somos probablemente lo más complejo del universo, y me parece inspirador que la gente se dé cuenta de que estamos rodeados de simplicidad. Somos complicados e impredecibles, pero somos capaces de descubrir la increíble simpleza y economía del universo".
Fuente: BBC
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