Este martes, las autoridades de Indonesia ha dado a conocer que nueve policías fueron suspendidos por los actos de violencia que se desarrollaron el pasado sábado en un estadio de fútbol de la ciudad de Malang, además han insistido en que "harán cumplir las leyes contra los culpables".
"Nos aseguraremos de que se cumplan las leyes contra cualquiera que se encontrado culpable", dijo en rueda de prensa, Nico Afinta, jefe de la Policía de la provincia de Java Oriental.
En la tragedia fallecieron más de 120 personas y resultaron heridos más de 300 aficionados por una estampida tras la finalización de un partido por la liga de Indonesia.
Asimismo, las autoridades han abierto una investigación interna para revisar la actuación de los policías que llegaron a lanzar gas lacrimógeno a las graderías.
De momento se conoce que entre los suspendidos se encuentra el jefe de la Policía de Malang, Ferli Hidayat, y otros ocho policías fueron apartados del cargo mientras se desarrollan las pesquisas además, 28 agentes están siendo interrogados para conocer con mayor detalles lo sucedido.
Por su parte, el gobierno se comprometió ha esclarecer las causas de la traga que dejó al menos 125 personas fallecidas, de los cuales 33 fueron menores de edad, y más de 320 heridos, según las cifras oficiales.
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