Un equipo de investigadores de la Universidad de McMaster en Canadá ha desarrollado un nuevo tipo de inmunoterapia que utiliza las células asesinas de cáncer, diseñadas genéticamente, para encontrar y destruir tumores malignos.
Las células modificadas del “asesino natural” pueden distinguir entre las células cancerosas y las células sanas que están mezcladas a menudo en y alrededor de tumores, destruyendo solamente las células cancerosas.
La capacidad de las células de asesino naturales de distinguir las células de objetivo, incluso de las células sanas que soportan marcadores similares, trae nueva promesa a esta rama de la inmunoterapia, asegura el equipo de investigación que publicó sus resultados en la revista iScience.
Este tratamiento experimental es una alternativa a la terapia con células T receptoras de antígeno quimérico, o CAR-T, que recibió la aprobación en 2017.
Las células T modificadas que se utilizan en la terapia CAR-T son muy eficaces contra algunos cánceres de origen sanguíneo, pero no pueden distinguir entre células cancerosas y no cancerosas, por lo que, aunque ofrecen importantes beneficios, no son aplicables de manera uniforme a todas las formas de cáncer. En pacientes con tumores sólidos, las células T pueden causar efectos secundarios devastadores, incluso letales.
El equipo responsable de la investigación quería un tratamiento con la misma potencia que las CAR-T, pero que pudiera utilizarse de forma segura contra los cánceres de tumores sólidos. Primero propagaron células asesinas naturales extraídas de la sangre de pacientes con cáncer de mama. Estas células desempeñan una función similar a la de las células T del sistema inmunitario.
A continuación, los investigadores las modificaron genéticamente para que se dirigieran a receptores específicos de las células cancerosas y probaron con éxito las células CAR-NK en el laboratorio con células tumorales derivadas de pacientes con cáncer de mama.
"Queremos ser capaces de atacar estos tumores malignos que han sido tan resistentes a otros tratamientos. La eficacia que vemos con las células CAR-NK en el laboratorio es muy prometedora y ver que esta tecnología es factible es muy importante. Ahora tenemos opciones mucho mejores y más seguras para los tumores sólidos", detalla la autora principal del trabajo, Ana Portillo.
"Estas células CAR-NK son un poco más inteligentes, en cierto modo, en el sentido de que sólo matan a las células enemigas y no a las buenas que casualmente tienen el mismo marcador. Estas células tienen un segundo pensamiento sobrio que dice: "Reconozco este objetivo, pero ¿es este objetivo parte de una célula sana o de una célula cancerosa? Son capaces de dejar en paz a las células sanas y matar a las cancerosas", añaden los autores.
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