El futbolista italiano, Sandro Tonali, brindó recientemente una entrevista al diario ‘La Repubblica’ en la que reveló que su adicción a las apuestas a 17 años.
“El hecho de que fuera online me ocultó de todo el mundo”, explicó el jugador.
El futbolista también señaló que al tener un carácter introvertido y su tendencia a aislarse colaboraron para que su problema pasara inadvertido por sus familiares e incluso amigos.
“Cuando una persona se encuentra en una situación de este tipo, es difícil mirar hacia dentro y preguntarse si es una enfermedad”, confesó.
La Federación Italiana suspendió a Tonali a mediados del 2024 durante 10 meses sin poder ejercer ningún tipo de actividad relacionada con el fútbol debido a su adicción. Precisamente el jugador comenta que este castigo fue un punto de inflexión en su vida.
A lo largo del período de suspensión se sometió a sesiones regulares con un psicólogo y un psiquiatra, además, de tomar medidas preventivas en su casa para evitar caer en la tentación de apostar, como el dejar de usar el celular durante 6 meses.
“Antes no podía ir de una habitación a otra sin él. Ahora lo dejo al entrar en casa y lo cojo solo si me llaman mi madre, mi padre o algún familiar”.
Tonali también explicó que su adicción era bastante complicada de entender, ya que cuenta con una estabilidad económica. “Generalmente lo entiendes cuando pierdes algo: familia, trabajo, salario. En mi caso, mi disponibilidad financiera no me hizo darme cuenta de la gravedad del asunto”.
Eso sí, señala que el apoyo de los suyos fue fundamental para poder superar esta etapa en su vida.
“Nunca llegué a tocar la depresión, porque trabajé en mí mismo desde el primer momento. Tres sesiones online por semana y una presencial al mes. No falté a ninguna. Fue un trabajo de recuperación difícil. No podía tomar medicamentos específicos, porque con el 95% de ellos habría dado positivo en el antidoping. Todo fue un proceso mental que duró meses”, contó.
Tonali describió todo el proceso de 6 meses de terapia como una transformación completa. “No es exagerado hablar de una primera y una segunda vida”.
Por último, indicó que su adicción lo afectó en sus relaciones personales, pero que ahora es más abierta.
“Me cerré a todo el mundo y eso me hizo cambiar mi comportamiento: incluso con la gente que me quería y a la que yo quería”.
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