Las peleas de Bela con las puntuaciones de la competencia hizo que todos creyeran que los Juegos Olímpicos se estaban convirtiendo en un evento político, en oposición directa a lo que debería ser. La neutralidad de los Juegos Olímpicos está en el centro de los valores y la declaración de la misión del evento internacional, y la manipulación política era una acusación muy seria.
El entrenador dijo que había visto muchos casos de jueces rusos que arreglaban las puntuaciones y los resultados de sus gimnastas, y ese tipo de acusaciones no fueron tomadas a la ligera por los rusos… ni por el régimen comunista de Rumania.