El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cercado en su país por el 'impeachment', se ha presentado en el Foro Económico Mundial de Davos defendiendo su gestión económica y cargando contra los "alarmistas" del clima, justamente el tema sobre el que gira la cita.
De este modo, Trump ha lanzado una dura crítica contra quienes predijeron una "crisis de super población" y el fin del petróleo, diciendo: "Estos alarmistas siempre exigen lo mismo, un poder absoluto para dominar, transformar y controlar cada aspecto de nuestras vidas", informa Bloomberg.
Metido en el juicio político, el mandatario estadounidense se ha presentado en el foro fiel a su estilo: "Este no es un momento para el pesimismo, es un momento para el optimismo. El miedo y la duda no son buenos pensamiento, porque es un momento de tremenda esperanza, alegría, optimismo y acción, pero para aprovechar las posibilidades del mañana, debemos rechazar a los perennes profetas de la fatalidad y sus predicciones del apocalipsis", se despachó Trump.
Por supuesto, Trump se ha colgado todas las medallas posibles respecto a la buena marcha de la economía estadounidense, de la que ha dicho que es un ejemplo para otras naciones, mientras que ha recordado la necesidad de rebajar los impuestos y reducir las regulaciones.
Trump ha tratado de atribuirse el mérito de una economía en auge, repitiendo sus argumentos de reelección solo unas horas antes de que el Senado de EEUU abra formalmente su juicio político. "Me enorgullece declarar que Estados Unidos se encuentra en medio de un auge económico que el mundo nunca había visto", ha dicho Trump.
También se ha jactado de que la larga expansión de la que disfruta la economía estadounidense, con una tasa de desempleo que ha caído a un mínimo de cinco décadas después de los recortes de impuestos y el incremento de los gastos. El índice Standard & Poor's 500, que Trump cita regularmente como un marcador de éxito, subió aproximadamente un 25% respecto al año anterior.
Trump también expuso la victoria de su Administración en las negociaciones comerciales que mantuvo con China, por un lado, y con México y Canadá, del otro, además de una larga lista de avances económicos en su país. "Soportamos el desastre que significó el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de Norteamérica), que fue el peor que se firmó en los últimos 25 años y que provocó la pérdida de uno de cada cuatro empleos en el sector industrial", lamentó el mandatario.
Dijo que la renegociación de ese acuerdo comercial fue un éxito y que el empleo en el mercado estadounidense saldrá favorecido, como también lo hará del resultado de las negociaciones comerciales con China que concluyeron en la misma semana que las del TLCAN.
"China perjudicó nuestro comercio, pero nadie pensó en hacer algo al respecto, hasta que nosotros decidimos enfrentar el problema. Entonces China aceptó hacer cosas como proteger la propiedad intelectual, abrir su sector financiero y mantener su moneda estable", declaró.
Trump aseguró que esas y otras concesiones nunca hubiesen sido posibles si no recurría a las fuertes subidas arancelarias que afectaron a las importaciones chinas, pero aseguró que "las relaciones con China nunca han sido tan buenas como ahora".
"El sueño americano está de regreso", insistió el presidente estadounidense frente a una auditorio repleto de cientos de altos ejecutivos de las compañías más importantes del planeta que participan en la 50 edición del Foro de Davos.