Dos minutos necesitó el United para darle la vuelta de local al partido en el derbi de Mánchester este sábado ante el City y pasar del 0-1 al 2-1. El partido fue válido a la fecha 20 de la Premier League.
Tras el tanto de Jack Grealish a la hora de partido, Bruno Fernandes, en el 80', y Marcus Rashford, en el 82', firmaron una remontada de ensueño para quedarse con los tres puntos en Old Trafford ante su eterno rival.
El partido fue un constante ir y venir de ocasiones de una punta a la otra del terreno de juego, una película en la primera mitad y otra bien diferente en la segunda parte, con derroche ofensivo, con belleza en las jugadas, con contragolpes espectaculares, con pases medidos, con golazos y, finalmente, con una remontada.
La que firmó el conjunto de Erik ten Hag en tan solo un par de minutos para darle la vuelta al marcador y firmar la heroicidad cuando tan solo restaban menos de diez minutos al partido, sin lugar a que el cuadro visitante pudiera reaccionar a tiempo. Y eso que el equipo de Pep Guardiola dominó durante todo el segundo tiempo y lideró a placer todo el ritmo del juego.
En los primeros 45 minutos, el dueño y señor del encuentro fue el Manchester United, que dispuso de prácticamente todas las ocasiones de peligro y estuvo incluso a punto de darle caza al primer tanto en varias ocasiones. Bruno Fernandes gozó de la primera ocasión y Marcus Rashford tuvo en sus botas el primer gol tras un grosero error de Ederson, pero el cuero se resistió a entrar en la primera mitad.
Eso sí, la afición 'red devil' se marchó al descanso con el miedo en el cuerpo, ya que Rashford le dio el susto a todos tras quedarse tendido sobre el césped con las manos en la cara. Parecía que se había roto e, incluso, se marchó al túnel de vestuarios con visibles gestos de dolor y cojeando, pero el inglés pudo seguir sin problemas en la segunda mitad.
Una segunda parte en la que el ritmo lo marcó el Manchester City. A diferencia del primer tiempo, en el que el United jugó con una marcha más, tras el ecuador del partido el cuadro 'citizen' metió el turbo y salió a por todas. Y la charla técnica de Guardiola surtió efecto, porque cuando se cumplía la hora de partido Jack Grealish, que tan solo llevaba tres minutos sobre el césped, le dio caza a un centro medido de Kevin de Bruyne y lo cabeceó con contundencia para superar a David de Gea bajo palos.
Parecía que el City se iba a llevar el derbi por la mínima, hasta que el United despertó. Con suspense subió el 1-1 al marcador, después de que el asistente levantara el banderín por fuera de juego de Rashford, pero fue Bruno Fernandes el que terminó dándole al balón, por lo que el cuerpo arbitral reculó y el empate se dibujó en el luminoso tras una asistencia medida de Casemiro.
Y con la polémica todavía presente en un murmullo generalizado tanto sobre el terreno de juego como en las gradas, tan solo un par de minutos después del empate, Rashford, que llevaba todo el partido coqueteando con el gol, encontró por fin la recompensa a su partidazo. Garnacho se quitó de encima a un rival y le puso un balón en bandeja de plata a Rashford, que estaba solo dentro del área y solo tuvo que empujar el cuero para superar a Ederson y firmar la remontada.
Con la locura presente en Old Trafford, el tiempo acabó por consumirse y el encuentro llegó a su fin, dando paso a la celebración de un Manchester United que con estos nuevos tres puntos suma ya 38 en la Premier y se adueña de la tercera plaza, a solo uno del Manchester City -segundo con 39- de un Pep Guardiola que tan solo hizo una sustitución en todo el encuentro, la del goleador Grealish por Foden en el minuto 57.
Arsenal, que juega el domingo de visita contra el Tottenham, lidera con 44 unidades.
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