El Tour de Francia vivía este jueves una de las etapas más decisivas con un duro asalto a los Pirineos y con la batalla entre Jonas Vingegaard, el líder de la carrera, y Tadej Pogacar, su principal rival y segundo clasificado, como principal atractivo.
Se esperaba que el esloveno del UAE atacara en alguno de los puertos para tratar de recortarle tiempo al danés y así fue. En la subida al Col de Spandelles, Pogacar lanzó varios ataques que fueron respondidos por Vingegaard. Fue en la bajada del puerto cuando ocurrió el momento que ya es historia del Tour.
Pogacar entró mal a una curva y a gran velocidad por lo que, aunque trató de rectificar, no pudo evitar irse al suelo. En ese momento, Vingegaard pasó por su lado a toda velocidad, lo que hacia presagiar que aprovecharía para aumentar su distancia en el liderato, pero no.
El corredor del Jumbo Visma se frenó al darse cuenta de que Pogacar se había caído y esperó a que el esloveno regresara a su altura para seguir, momento en el que ambos se dieron la mano en un precioso gesto de deportividad que será siempre recordado.
MÁS INFORMACIÓN