Tras dos años de no realizarse, retorna a la primera escena la Vuelta a Navarra (España), en su 58ª edición. En dicha competencia estarán presentes los costarricenses Dylan Jiménez, Sergio Arias y John Jiménez.
En total serán 4 etapas entre el 26 y 29 de mayo.
Dylan compite con el equipo Lizarte, Sergio con Globalia-Zamora Enamora y John con Aluminios Cortizo. Las tres escuadras son españolas.
ETAPAS
Etapa 1: Sangüesa – Sangüesa; 140,4 km (jueves, 26 de mayo)
En un principio, la del jueves será la jornada más “sencilla” de las cuatro, pero que nadie se lleve a engaño y piense que va a ser un día tranquilo, porque por delante tendrán los ciclistas 140 kilómetros con salida y llegada en Sangüesa y salpicados con hasta 7 cotas puntuables, la última, el alto de Aibar (3ª categoría) a tan solo 12 kilómetros de meta.
El arranque no será apto para cardiacos, saliendo seguro los corredores con el cuchillo entre los dientes para buscar la fuga buena del día aprovechando las cuatro cotas que se superarán en los primeros 45 kilómetros. Un continuo sube y baja en el que se enlazarán el alto de Javier (3ª categoría-km 5,9), el alto de Liedena (4ª categoría-km 16,6), alto de Aibar (3ª categoría-km 35,7) y alto de Loiti (3ª categoría-km 44), que otorgarán fácilmente el primer maillot de la montaña, tan preciado en una carrera como la de Navarra. En el descenso posterior de Loiti se atravesará la meta volante de Idocin (km 51,4), para retornar hacia Sangüesa, pasando una primera vez con el incentivo de la segunda meta volante del día (km 99).
Los sufridos ciclistas deberán prestar mucha atención a esos primeros kilómetros descritos anteriormente, y quedarse con los puntos claves de esos puertos, ya que en el desenlace del día el pelotón discurrirá por estas mismas carreteras, debiendo escalar de nuevo los altos de Javier (3ª categoría-km 104,9), Liedena (4ª categoría-115,6) y Aibar (3ª categoría-km 128,6).
Habrá alguna pequeña diferencia en el último, y es que en este segundo bucle alrededor de Sangüesa se ascenderá al alto de Aibar por la cara descendida un par de horas antes, siendo por aquí más corta pero con mayores pendientes, teniendo 3 kilómetros al 7% de media, con picos del 10% en varios tramos, y coronándose muy cerquita de la llegada, por lo que ya puede ser que algún valiente intente buscar de lejos el liderato navarro, aunque apostamos a que pequeño grupo se lo jugará todo al sprint en las calles de Sangüesa.
Etapa 2: Cáseda – Roncalia (Larra-Belagua); 163,3 km (viernes, 27 de mayo)
Con la segunda fecha llegará la primera de las dos llegadas en alto. Ojo al durísimo puerto Roncal que hace frontera con Francia, de donde saldrá un líder sólido, y es que ya será un recorrido solo apto para grandes escaladores, y para que los líderes tomen las riendas de la prueba.
A mayores, esta será la etapa más larga, quedándose muy cerca de los 165 kilómetros, en el que no todo estará reservado a esa última subida, si no que antes volverá a ser una sucesión de puertos de 4ª y 3ª categoría, la que deberá permitir forjar una escapada de bastante nivel, e ir desgastando las fuerzas de los que acaben apareciendo en Roncal.
De salida se subirán los 5 kilómetros del altos de Cáseda (4ª categoría-km 4,9), dirigiéndose durante unos kilómetros hacia el sur, para a partir del kilómetro 30, ir virando poco a poco y hacer el camino contrario en busca de los Pirineos navarros. En ese trayecto estarán aguardando las rampas de los altos de Ujue (4ª categoría-km 38,4), el alto de Lerga (4ª categoría-km 56), en cuyo municipio estará también una de las dos metas volantes (km 59,4), el alto de Aibar (3ª categoría-km 79,6), y el alto de Iso (3ª categoría-km 96,8).
Al pasar de los 100 kilómetros comenzará la hora de la verdad. En primer lugar será el puerto de Las Coronas (2ª categoría-km 114,9) el que irá poniendo a cada uno en su sitio, con sus más de 7 kilómetros al 5%, con pendientes muy mantenidas, que ya harán mucho daño si algún equipo se pone a bloque. Se agradecerá su bajada para coger aire antes del terreno difícil que llevará a las faltas del puerto Roncal. Casi 40 kilómetros en los que se irá continuamente hacia arriba, cruzando la meta volante de Roncal (km 133,6), preparando la batalla que se desencadenará en esa subida final.
Pirineos. Frontera con Francia. Puerto Roncal. Larra-Belagua. Más de 9 kilómetros al 6,5%, precedidos por esos 40 previos que irán minando las energías. Media engañosa ya que sus últimos 2 kilómetros en falso llano la bajan mucho, así que a tener muy en cuenta los dos primeros tercios de ascenso, con pendientes que en todo momento se manejan entre el 8% y 9%. Territorio para escaladores. La general ya quedará muy cerrada. O no. Etapón.
Etapa 3: Lekunberri – Berrioplano (San Cristóbal); 134,5 km (sábado, 28 de mayo)
Segunda etapa seguida de alta montaña, escalando uno de los puertos más emblemáticos y duros de los últimos tiempos en Navarra como es San Miguel de Aralar. El gran peligro puede llegar si alguno comienza a “sudar” la fatiga del día anterior.
Esta claro que puede ser un día de grandes crisis. De nuevo puerto de salida, subiendo desde Lekunberri el alto de Zuarrarrate (2ª categoría-km 8,5), que será el prolegómeno de lo que vendrá poquito después: el tremendo puerto San Miguel de Aralar (Categoría Especial-km 36,5). 10 kilómetros al 8% de media, intercalándose descansillos con rampas que meten miedo, y kilómetros completos por encima del 10%, llegando en tramos hasta el 14%. Lugar perfecto para emboscadas y desatar una tormenta perfecta. Con 100 kilómetros por recorrer, por su cima se podría ya pasar de uno en uno, con el líder sin compañía, y con muchos escollos aún por delante.
Descenso para regresar a Lekunberri y su meta volante (km 53,6), volviendo rápidamente la carretera a mirar al cielo con los altos de Uitzi (2ª categoría-km 60,7), Usategieta (3ª categoría-km 71,2) y Gorostieda (2ª categoría-km 91,4). Alcanzada la cima de este último, de una dureza notable, tras transitar por rampas al 17%, quedarán 30 kilómetros hasta alcanzar la base del alto de San Cristóbal, donde estará la pancarta de meta. En ese trayecto se sucederá la meta volante de Orokieta (km 98) y el alto de Marcaláin (3ª categoría-km 116,4).
Habrá que ver cómo llega la carrera a esa última dificultad. Los 7 kilómetros del alto de San Cristóbal al 6%, siendo también una carretera muy regular en la pendiente, llegando sus mayores porcentajes dentro del último kilómetro, deberían dejar sentenciada (o casi) la general final de la Vuelta a Navarra, y es que tras dos días de extraordinarios aprietos, el que de aquí salga de amarillo será un ciclista de relumbrón.
Etapa 4: Pamplona – Pamplona; 124,8 km (domingo, 29 de mayo)
Echará la trapa la Vuelta a Navarra con un “paseo plácido” por los alrededor de la capital, y es que Pamplona verá salir y llegar a los valientes que logren finalizar la carrera. Mucho cuidado con este último día que puede dar más de un susto, y es que la sucesión de muros, emulando al mes de abril belga, nos puede regalar un día precioso de ciclismo de ataque, y que acabe generando más diferencias que los dos días anteriores de montaña.
El hecho de ser una jornada corta, con poco más de 124 kilómetros, es decir unas tres horas de sufrimiento, hará que se salga a por todas desde el banderazo de salida, yendo en todo momento por terreno de repechos y carreteritas estrechas y rugosas, en el que los bajones pueden sobrevenir en cualquier instante.
Subidas cortas, muchas no llegando al kilómetro, pero de altísimos porcentajes como ese 21% que se alcanza en Olaverri (km 24,2) o Biurrun (km 57,7). La traca final la pondrán los últimos 25 kilómetros, en los que ya no habrá un metro de respiro, y donde es seguro que veremos un demarraje detrás de otro, y según estén las cosas en la clasificación general, a un líder que tendrá que defenderse en primera persona.
Tras pasar la meta volante de Puente La Reina (km 92,7-antes se habrá pasado por la meta volante de Tiebas, km 53,6), los ciclistas comenzarán la única cota puntuable del día, el mítico alto de El Perdón (2ª categoría-km 103,2). Tres kilómetros al 6%, que adelgazarán mucho el grupo principal, si a estas alturas ya no tenemos una prueba completamente rota y seleccionada. Una vez alcanzada la pancarta de la montaña, la última de esta edición, restarán 20 kilómetros, pero con con el postre final.
El muro de Galar y el muro de Zariquiegui bridarán las últimas oportunidades para terminar de romper la carrera. Galar con 500 metros de pared, teniendo pendientes del 20%, y Zariquiegui, algo más largo con 2 kilómetros de distancia, pero también con zonas del 13%, y coronándose, ahora sí, a tan solo 10 kilómetros de meta, terminarán por decidir el ganador del día, y quizás de la Vuelta.
La llegada a Pamplona también contará con otro par de repechos, destacando la meta en cuesta en la Avenida Sancho El Fuerte, metiéndose así la Vuelta a Navarra en el corazón de la ciudad “sanferminera”.
Fuente: crciclismo.com