El ciclista alemán del equipo Cofidis, Max Walscheid, fue atropellado por un automóvil durante un entrenamiento el jueves por la tarde cerca de su casa en Franken (Alemania).
Según informa su equipo, a pesar de que el choque fue violento Walscheid, de 28 años, no perdió el conocimiento y no sufrió fracturas pero sí numerosas contusiones. Fue ingresado en urgencias del hospital Marie Klinikum St. Elisabeth de la ciudad de Neuwied y permanece este viernes en cuidados intensivos, siendo controlado por el personal médico del Cofidis.
El equipo francés confirma que el velocista alemán -ganador la semana pasada del Gran Premio de Denain-, no participará en las próximas clásicas que tenía en su calendario: A Través de Flandes, Tour de Flandes y Scheldeprijs, quedando en el aire su participación en la París-Roubaix del próximo 17 de abril.
Walscheid estaba cuajando un gran inicio de temporada de clásicas, y además de su victoria en el GP Denain había sido segundo en la Nokere Koerse y cuarto este miércoles en la Brujas-La Panne.
En declaraciones ofrecidas por su equipo, el Cofidis, Max Walscheid explica que “lo primero que me viene a la mente es que tuve una suerte increíble de sobrevivir a este accidente. Aunque todavía no hemos hecho todas las radiografías, obviamente no tengo huesos rotos. Estaba haciendo un entrenamiento después de Brujas-La Panne. Iba por un camino tranquilo, en perfectas condiciones. Afortunadamente, no avanzaba muy rápido, al costado del camino. Un coche venía en sentido contrario. De repente giró a la derecha, sin pestañear, se abalanzó sobre mí y me golpeó. Ni siquiera tuve tiempo de hacer nada, ni de tener miedo antes de que ocurriera el accidente.
''Así que me golpearon en la cara. Salté sobre el coche y caí a unos metros, por suerte en la cuneta y no en el asfalto. Mi bicicleta estaba completamente destrozada, a 10 metros de distancia... Rápidamente vino la gente a ayudarme, la ambulancia y la policía también. Luego me trasladaron al hospital y me ingresaron en los servicios de Urgencia, donde me hicieron un escaneo de todo el cuerpo. Aunque no detectaron nada roto, tuve que pasar la noche bajo observación. Continuaremos las pruebas y exámenes este viernes, en particular en mi cabeza y para verificar mi respiración y electrocardiograma. Todavía no puedo creer que pude salir adelante sin heridas más profundas. Pero hoy prefiero sobre todo alegrarme de estar vivo''.