Andrey Amador será el primer costarricense en entrar en acción en los Juego Olímpicos de Tokio en una prueba de ruta que se vislumbra bastante complicada.
La competencia está programada para el viernes (8 pm hora tica).
Airán Fernández, español que tiene muchos años compitiendo en Japón, se refirió a dicha prueba en una entrevista a Diario Marca.
"El recorrido es muy duro. En 2019 se hicieron pruebas en competición para testar los recorridos. Vino la selección italiana, la francesa, la belga... De España sólo vino el seleccionador. La prueba la ganó Ulissi. La salida es más llana, luego se va para el Monte Fuji y, al salir de Tokio, se pasa por unas urbanizaciones en un constante sube y baja de 10%. En seguida te plantas en el Fuji, se sube primero por un lado menos duro -diferente a por donde se hace en el Tour de Japón-, y después del monte se baja para meterte en el circuito. Para entrar en el circuito también tiene rampas muy duras, se dan varias vueltas y sales hasta el último puerto (Mikuni Pass) que es durísimo. Es un circuito para el Valverde de los mejores tiempos o alguien ligero, no creo que sea para gente como Van Aert porque es muy duro. El puerto final es de 20 minutos y eso hará que se convierta en una carrera para escaladores", explicó Fernández, quien vive en Osaka.
"El clima hace que todo sea durísimo y la sensación térmica sea de más de 40º. Si hubiera estado Landa, éste era un trazado ideal para él. Hay que tener cuidado con los colombianos", agregó.
Pura estrategia
José Vicente Toribio, otro español que vive en Japón, comentó: "En ese recorrido, que lo hicimos en el test de 2019, no puedes estar gastando. Hay que saber quién está bien y elegir a quién perseguir. Se la tendrán que jugar los equipos. La dureza, además de por los metros que hay de desnivel, es el clima. Correr aquí siete horas va a ser una locura. Van a terminar muy pocos. En cuanto haces un esfuerzo mínimo ya estás chorreando de sudar y se hace durísimo. La adaptación a la climatología va a ser imprescindible".
"Si llueve, como parece, será complicadísimo. Es un circuito muy técnico donde el asfalto en algunos tramos está como arrugado y, si llueve, la bici es como si flotara. A partir de Sagamihara ya es todo tirando para arriba, hasta el km 50 o así la carretera no es muy complicada, pero la de Doshi Road ya empieza a ser más revirada. Y llano nunca, siempre o subiendo o bajando. Luego la subida de Fuji no es la más dura pero es larga y la bajada al principio tiene algunas curvas complicadas pero luego es bastante recta. Y los ultimos 60 ya no hay nada cómodo, todo repecho y terreno incómodo".
Fuente: Diario Marca