El exciclista Rohan Dennis ha admitido este martes que atropelló a su esposa a finales de 2023, en una acción imprudente que produjo la muerte de Melissa Hoskins, con la que se casó en 2017 y con la que tuvo dos hijos.
El doble campeón mundial de contrarreloj, que fue corredor de Ineos, Bahrain o Visma, entre otros equipos, reconoció los hechos ante el Tribunal de la ciudad australiana de Adelaida, según la cadena pública ABC, por lo que se ha declarado culpable de un «cargo agravado».
El abogado de Dennis afirmó que el exciclista se mostró imprudente, pero que «no hubo intención de hacer daño a su esposa».
Explicó que la defensa y los fiscales habían acordado retirar las acusaciones originales y que en su lugar se presentaría un «cargo agravado por la creación de una probabilidad de daño». De esta forma, el exciclista australiano se enfrenta a una pena máxima de siete años de prisión y a una retirada del permiso de conducir de cinco años.
Los hechos por los que está siendo juzgado ocurrieron frente a su casa en Medindie, en el norte interior de Adelaida, el 30 de diciembre de 2023. Rohan Dennis, que entonces tenía 32 años y que había dejado el ciclismo esa misma temporada, atropelló mortalmente a su mujer con una furgoneta tipo pick up.
Melissa también era una reconocida ciclista. Participó en dos ediciones de los Juegos Olímpicos, en Londres'12 y Río'16, y logró varias medallas en los Campeonatos el Mundo de ciclismo en ruta. La mujer, de 32 años, tenía dos hijos con Dennis, con quien llevaba seis años casada.
Dennis siempre se caracterizó por un tener carácter especial. Él mismo lo admitió. «Cuando estoy en un periodo de mucha tensión y algo me fastidia, se me puede ir la olla», declaró en la revista 'Ciclismo a Fondo' mientras recordaba el tratamiento psicológico al que se sometió cuando era ciclista juvenil. No asimilaba bien la presión. La contenía hasta que reventaba y entonces entraba en cólera.
En el Tour de Francia de 2019 lo dejó patente. A 80 kilómetros del final de la 12ª etapa, abandonó la ronda sin motivo aparente. En vez de subirse al coche del equipo, el Bahrain-Merida, se fue en bicicleta. En su escuadra no sabían dónde estaba. Alucinaron. «¿Dónde está Dennis?». De hecho, estuvo en paradero desconocido durante varias horas hasta que apareció en el autobús. El australiano, vigente campeón del mundo de contrarreloj entonces, se fue a su casa en la víspera de su máximo objetivo en la ronda francesa, la crono de Pau, donde era el gran favorito.