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Hace pocos días se presentó un accidente múltiple que involucró a 12 ciclistas generó preocupación luego de una caída en una curva en la cuarta etapa de la Vuelta al País Vasco. 

Tres de los favoritos a ganar la competencia terminaron heridos, uno de ellos el danés Jonas Vingegaard, campeón del Tour de Francia. 

Las imágenes del accidente en la ruta de Itzulia, a unos 33 kilómetros de la meta en Legutio, España, encendieron las alarmas. 

Diario Marca presentó un artículo haciendo referencia a la actualidad del ciclismo y las caídas que se han presentado en los últimos años. 

"El mundo del ciclismo vive sacudido por las desgracias de las caídas y las lesiones: los expertos debaten en MARCA causas, posibles soluciones y desvelan el significado de la "botella final" que denunció Calmejane", dice la información. 

  

Aquí la nota 

El mundo del ciclismo vive sacudido por las desgracias. Del Big 6, de entre los seis mejores ciclistas del planeta, tan sólo dos están sanos en la actualidad: Mathieu Van der Poel y Tadej Pogacar. Los otros cuatro están lesionados tras sufrir graves caídas. Wout Van Aert cayó en A Través de Flandes mientras que Remco Evenepoel, Primoz Roglic y Jonas Vingegaard lo hicieron en la Itzulia, misma carrera donde el viernes Mikel Landa tuvo que abandonar al romperse clavícula y dos costillas.

Las caídas, que siempre fueron protagonistas en el deporte del pedal, centran el foco entre un pelotón que se debate entre causas y posibles soluciones.

Ciclistas importantes como Van der Poel, Pello Bilbao o Luis Ángel Maté han hecho autocrítica en las últimas horas señalando que esos accidentes también en parte se producen por la actitud de los corredores, que intentan ir al máximo en zonas peligrosas donde quizá habría que tocar más el freno. Una versión a la que también se apuntó el director de la Itzulia tras vivir momentos complicados. "La curva estaba señalizada y probablemente fue un error de una mala frenada. Es parte del ciclismo", comentó Julián Eraso sobre el tramo donde se produjo la colisión de los favoritos de la Itzulia. Más extraña y polémica resulta la versión de Lilian Calmejane. El ciclista galo culpó a las "malas conductas" y a una "botella final" que usan "el 80% del pelotón".

"Lo de la botella final mencionada por Calmejane te deja un poco loco. Entiendo que se refiere a los geles con cafeína.Quiero pensar va por ahí porque, si no es así, estamos ante un lío tremendo", dice a MARCA Óscar Pereiro, quien en cualquier caso cree que la culpa de los accidentes va por otro vía.

"Ahora hay muchos equipos que pelean por el objetivo. Antes era sólo el Saeco por ejemplo quien preparaba a lo bestia las llegadas, ahora habría más de seis equipos preparándolas igual. El jueves, en la Itzulia, el día que Evenepoel, Vingegaard y Roglic (entre otros) cayeron, fueron todos a tope a la guerra a falta de 30 kilómetros de meta. Eso es algo que no había visto nunca. Los ciclistas deben ser conscientes de que se están jugando la vida por mucha presión que les pueda llegar de arriba, por ejemplo de los directores. Todos quieren meter a los suyos delante y eso es imposible", apunta Pereiro quien ve un factor determinante en la edad.

"Esto va a sonar fatal, pero cada día los ciclistas son mejores y despuntan más jóvenes. Cuando eres joven tienes menos miedo a cuando eres veterano y eso se nota. Hay más corredores y equipos mejores... eso influye aunque el bache del jueves lo considero mala suerte, no miro más allá", dice el ganador del Tour de 2006, quien insiste que "antes no se iba al 100% desde salida a meta y ahora sí, pero la solución a las caídas no es fácil. Si la supiera me volvería millonario".

El que insiste mucho en la edad es Carlos Barredo, preparador físico del Polti Kometa. "El otro día leí que el ciclismo cada vez es más como la Fórmula 1. Y así lo pienso. El material avanza, la parte física también, pero las carreteras en muchos casos siguen estando como antes. Y hay una renovación constante del pelotón con chavales que vienen de sub 23 y junior que en muchas ocasiones se saltan fases. No conocen los límites ni tienen experiencia. Hay corredores que no han tenido una buena formación en algunos aspectos. Que no saben coger bien el bidón, que no saben cómo hacer trascoche ni echarse a un lado. Y tampoco hay tanta jerarquía, se ha perdido respeto. Muchos jóvenes vienen de triunfar abajo y se encuentran que arriba no lo pueden hacer igual y ahí hay espectadores, más ciclistas, ruido, pinganillos, helicópteros, mucha gente yendo más rápido... eso antes no lo tenían y no es fácil", cuenta el asturiano, quien admite que esto se nota hasta en los entrenamientos.

"También hay muchos accidentes entrenando porque hay gente que no tiene cuidado con tráfico abierto, que entrena cogiendo curvas cogido de arriba, hacen los contrapesos de forma diferente... insisto en que hace falta formación no sólo para saber ganar sino también para ser ciclista. Esto es como si pones al campeón de Karts en la Fórmula 1 sin pasar antes por las categorías intermedias. La forma de competir cambia y los ciclistas deben aprender a gestionarse, a saber dónde están los límites. No solo en la parte física, sino también en la estrategia. No puedes aguantar al máximo y luego explotar porque ahí es donde llegan los errores. Antes todo esto se enseñaba en las escuelas y en cadetes, pero ahora en cadete se entrena lo físico que antes correspondía a los sub 23", añade el asturiano.

Ciclistas para evitar caídas ciclistas

Un paisano suyo, Samuel Sánchez, 'pasa' también de la teoría de la "botella final" y se centra en otras consecuencias para el asunto de las caídas. "Pararlo es imposible. Hay que alertar más al ciclista de los posibles peligros que hay en carretera. Más medios humanos indicando, protecciones, que en las organizaciones haya gente revisando estos temas que hayan sido ciclistas porque vemos peligros por la experiencia donde otros quizá no los ven", expone el ovetense, quien recuerda en cualquier caso que "las caídas siempre han estado ahí" por lo que no ve en esta época una situación más descontrolada que en la de su época aunque "ahora se va mucho más rápido y los equipos son mucho más fuertes".

A vueltas con la "botella final" de Calmejane

El nivel de los corredores, la velocidad, la falta de experiencia de los jóvenes, algunas zonas complicadas o que podrían tener mejor señalización, el estrés por las victorias o los puntos, la presión que va de arriba abajo -de patrocinador a manager, de ahí a los direcores que la vuelcan en los ciclistas-, la falta de mejoría de algunas carreteras, pérdida de jerarquías y respeto... todos ellos son motivos que facilitan las caídas pero, ¿qué hay de la "botella final" a la que se refería Calemejane? ¿De qué se trata exactamente? ¿Tiene realmente incidencia? Tanto corredores en activo, como auxiliares o médicos prefieren no mostrar su opinión en público sobre esto, aunque admite alguno que ahora "puede haber 120 ciclistas que la usen cada día cuando antes era un corredor 'x' en un momento muy puntual, lo que pasa que ahora todo el mundo se cree que puede ganar".

Se trata realmente de una botella, habitualmente pequeña (de unos 50 o 75 ml como mucho), que contiene carbohidratos concentrados con estimulantes permitidos como la cafeína. Son botellas 'shots', bidones pequeños que tienen glucosa concentrada "y que te da un chute de energia al instante". Algo para recurrir en un momento dado. "Antes era una bala de oro permitida en momentos concretos, ahora se lo toma la mayoría en la parte final porque están convencidos de que van a ganar. Aumenta la energía de forma rápida. Siempre su usó y no es nada prohibido", explican desde dentro de un equipo. Sirve, por tanto, para tener ese 'punch' final. Son bidones pequeños con mezcla, pero hay quien usa bebidas con taurina o geles con cafeína. Todo está permitido para intentar tener algo más de energía. Aunque algunos consideran su uso de "aberrante".

Phinney ya hablaba de ellos en 2012: "Te pueden dejar bastante tocado, y por eso nunca los he ingerido. No quiero ni probarlos porque me parecen peligrosos. La otra pregunta es, ¿por qué estás tomando un analgésico? En la práctica, estás mejorando tu rendimiento", decía al respecto en una entrevista recogida en 'Velonation'.

Las "botellas finales" o "finish bottles' fueron en su momento un cocktail de cafeína y Tramadol (ahora prohibido porque, entre otros efectos, producía un aturdimiento que potenciaba las caídas). Los ciclistas las consumían en los tramos finales de las carreras para reducir la sensación de cansancio. En Sky, por ejemplo, se usaban. Ahora, de otra manera, sin Tramadol y sí con otros analgésicos. Bebidas como Red Bull o Monster, que contienen taurina, también están muy repartidas entre el pelotón.

Los ciclistas necesitan mezclas con taurina o cafeína potente de absorción rápida para tener más 'punch'. Siempre dentro de la legalidad porque, como reconoce un trabajador en la lucha contra el dopaje, "el que hace trampas lo hace en casa y no tanto en carrera". Grupos como el Movimiento por un Ciclismo Creíble (MPCC) piden a sus miembros que no utilicen estas botellas en competición, aunque no están rohibidas. Además de Calmejane, Maoudas o Guégan también han reconocido que el excesivo uso de la cafeína es causante de varios de los accidentes.

En un departamento parecido se podría hablar de las cetonas, aceptadas, que permiten según los expertos "movilizar el uso de las grasas como combustible" y que los ciclistas se lo toman mezclado con agua o tomándolas directamente desde un frasquito durante o después de las carreras. Eso sí, su elevado precio hace que no sean aptas para todo el mundo.

Posibles soluciones a los accidentes

Montaje MARCA con una ilustración de la "botella final"

Pese a que las 'botellas finales' puedan tener algo de incidencia, desde dentro, más allá de Calmejane, no parece que se le dé demasiada importancia de cara a la problemática de las caídas. ¿Cómo se puede solucionar entonces? "Señalización, respeto y concentración", dice Samuel Sánchez. "Que existan reconocimientos de verdad para que la gente sepa cuáles son esos puntos rojos y que esa información se vuelque en el Veloviwer, la app que tiene cada ciclista. Una mejor señalización luminosa como las que tienen en el Giro. Y una mejor formación a los corredores para que sepan cuándo asumir riesgos, cómo saber levantarse de los fracasos y reponerse de caídas, cómo dar el salto de categoría etc porque hay varios ya, y eso es algo de lo que no se habla, que cuelga la bici joven y con contrato en final porque el ciclismo les supera", añade Barredo.

Entre los organizadores de grandes vueltas, como se comprobó en el último congreso celebrado hace unos meses en Salamanca, el tema de la seguridad es primordial para los retos del futuro. Incluso se habló de incluir tarjetas de colores como en el fútbol para que las sanciones ayuden a concienciar. En lo que todos coinciden es que ha llegado el momento de sentarse para buscar soluciones y evitar accidentes que pueden destrozar temporadas y acabar en desgracias.

Fuente: Diario Marca 

 

 

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