El australiano Kaden Groves (Alpecin) se impuso al francés Bryan Coquard (Cofidis) en el esprint de la sexta etapa de la Vuelta a Cataluña. El costarricense Andrey Amador, del equipo EF Education-EasyPost, entró en el puesto 134 a 10 minutos 54 segundos.
En el esprint también participaron el líder, el esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma), y el segundo en la general, el belga Remco Evenepoel (Quick-step).
Pero ninguno de los dos obtuvo bonificaciones. Éstas ya las habían sumado en los dos esprints intermedios de la jornada. El primero fue para Roglic y, el segundo, para Evenepoel. Así, la diferencia sigue siendo de 10 segundos antes de la etapa definitiva que se vivirá mañana domingo en Barcelona.
Y eso que Evenepoel intentó dar la sorpresa en el puerto de segunda categoría de la jornada. Pero Roglic le siguió la rueda en todo momento y la aventura del dúo hacia la meta se acabó porque el líder no tuvo ningún interés en darle relevo a su gran rival.
De todas maneras, reventaron todas las previsiones de etapa tranquila y no se dieron tregua en un trazado favorable para los velocistas tras la cancelación por razones de seguridad de la subida al Alt de Fontpineda, situado a 13,5 kilómetros de meta. Para ellos las excusas no sirven cuando están subidos a una bicicleta.
La batalla por la general provocó que la fuga de la jornada no se formara hasta pasado el primer sprint intermedio, ubicado en el kilómetro 66 del recorrido, a pesar de los múltiples intentos que hubo. Algunos de ellos estuvieron protagonizados por compañeros de equipo de Evenepoel, pensando en un futuro ataque del campeón del mundo.
De hecho, el pelotón neutralizó la fuga en el inicio del único puerto de la jornada, el Alt de la Creu d’Aragall de segunda categoría, con la cima ubicada a 27 kilómetros para la meta. Y entonces llegó el primer gran ataque del día. El español Marc Soler (UAE Team Emirates), que ya realizó una excelente ascensión a Lo Port, atacó en las primeras rampas y abrió un hueco de 30 segundos.
Por detrás, a falta de 500 metros para el alto, Evenepoel buscó sorprender a Roglic y el líder le aguantó la rueda. De todas maneras, el belga no frenó y se fueron juntos en busca de Soler. El descenso fue a un ritmo vertiginoso y finalmente lograron conectar con el español a falta de 21 kilómetros para la meta.
Entonces el Bahrain Victorious empezó a hacer un trabajo grupal en el gran grupo para evitar que Soler, quinto en la general, superara al también español Mikel Landa, con quien estaba empatado a tiempo. El esfuerzo trajo sus frutos y Soler se dejó ir cuando notó su aliento en el cogote.
Así, Roglic y Evenepoel se fueron juntos hacia la meta, con el segundo tirando de la escapada a pesar de que le pidió al esloveno en reiteradas ocasiones que le relevara. Finalmente, el campeón del mundo decidió tirar la toalla a 9 kilómetros para el final, visiblemente molesto con Roglic.
La mala fortuna fue para Kaden Groves, quien ya había ganado en Sabadell, que pinchó rueda a poco más de tres kilómetros. Pero en un abrir y cerrar los ojos el australiano convirtió este infortunio en un punto de partida para lograr una remontada extraordinaria que lo llevó a su segundo triunfo de etapa en esta competencia.
En la clasificación general Amador se ubica en la casilla 114.