La condiciones del clima se han convertido en las grandes protagonistas del desenlace del Tour de Francia.
Después de que la organización se viese obligada a suspender la decimonovena etapa cuando una granizada hizo impracticables los últimos kilómetros de la ruta, a última hora del vierenes comunicó un drástico recorte en el recorrido de la penúltima jornada de la ronda gala.
"Debido a las difíciles condiciones meteorológicas previstas para mañana y a los desprendimientos de los que se ha tenido constancia, el recorrido de la vigésima etapa del Tour de Francia será modificado", reza la nota oficial de la carrera francesa.
La organización explica que tras la salida en Albertville el pelotón se dirigirá directamente a la localidad de Moutiers, desde donde retomará el recorrido final hasta la meta en Val Thorens. Ello supone evitar el paso por los dos puertos previstos antes del definitivo y un recorte de los 130 kilómetros inicialmente previstos a solo 59.
Todos los premios del recorrido serán suprimidos salvo los destinados al mejor escalador en la cima de Val Thorens.
