Lance Armstrong vuelve a copar el foco de la actualidad ciclista por su vinculación con el mundo del dopaje. En el avance de una entrevista que se emitirá el próximo miércoles 29 de mayo en la cadena estadounidense NBC, el ciclista texano negó que se arrepintiese de haberse dopado.
"Hicimos lo que teníamos que hacer para ganar. No era legal pero no cambiaría nada pese a que he perdido mucho dinero y he pasado de héroe a la nada. No cambiaría nada de la forma en la que he actuado. Quiero decir que lo volvería a hacer, pero esa es otra respuesta más larga".
Armstrong, castigado de por vida tras ser investigado por la USADA y admitir que se había dopado a lo largo de su carrera en una entrevista con Oprah Winfrey, comenta que ha aprendido mucho de esta experiencia y se consideró como una presa fácil de atrapar. "Lo primero, no cambiaría las lecciones que he aprendido. No habría aprendido nada si no actuase así. No habría sido investigado y sancionado si no hubiera actuado así. Si me dopo y no digo nada, nada de esto habría pasado. Es como si quisieran que me atrapasen, era una presa fácil".
El texano, que perdió sus siete Tour de Francia tras admitir su dopaje, sabía que esta cultura estaba muy expandida en el pelotón durante su época como ciclista. "Fue un error que llevó a más errores. Eso provocó el mayor colapso en las historia del deporte, pero aprendí mucho. No quiero poner excusas por lo que hicimos o no habríamos podido ganar si ello. Todo eso fue verdad, pero el dinero paró conmigo. Fui el único que tomó la decisión sobre lo que hice, no quería irme a casa, tío, quería quedarme".
