Problemas serios tuvo este martes Tom Dumoulin. El ciclista holandés sabía de la dificultad que suponía afrontar como líder del Giro la etapa reina, pero de buen seguro que no se esperaba un contratiempo tan surrealista como el que ha sufrido en el ascenso al Giogo di Santa Maria.
La maglia rosa se vio obligado a pararse a 32 kilómetros de meta para hacer las necesidades. El desconcierto se apoderó de todos cuando Dumoulin decidió bajarse de la bicicleta. Nadie sabía qué le sucedía, hasta que empezó a desnudarse y bajarse el culotte por culpa de lo inesperado.
Ese incidente le obligó a perder casi dos minutos respecto al pelotón, donde se encuentran su principal rival: Nairo Quintana. Durante la subida en el último puerto de la etapa (Rovetta-Bormio, 196,2 kilómetros) logró acortar unos segundos esa desventaja, aunque tuvo que tirar solo varios kilómetros. A falta de terminar la etapa, Dumoulin sigue líder, pero esa diferencia podría ser importante de cara a la general.
