Los días de descanso del Tour son días temidos por los periodistas, acostumbrados a noticias sórdidas o tristes que les hacen perder los nervios, y el Tour del 15 no era una excepción hasta hoy. Otros años eran los días elegidos por las autoridades para desvelar casos de dopaje, pero en 2015, el primer día de descanso deparó en Pau, al pie de los Pirineos, el anuncio del cáncer de testículo de Ivan Basso, quien desde entonces ya ha sido operado con éxito y se recupera satisfactoriamente.
En Gap, donde los Alpes son una presencia ya cercana, las tornas han cambiado y las noticias que se suceden son, sin embargo, alegres. Joaquim Rodríguez, de 36 años, ha anunciado que renueva un año más con el Katusha, y Samuel Sánchez, de 37, hará lo mismo con el BMC. Y los datos más esperados, las potencias tan deseadas del líder Chris Froome, han sido reveladas por su entrenador, Tim Kerrison. Y para quien esperara cifras alucinantes, son más bien una decepción, datos de gran corredor pero no superespectaculares, lo que seguramente hará que la polémica sobre su rendimiento aumente en amplitud.
Según Kerrison, en la ascensión al Soudet, allí donde se hundieron Vincenzo Nibali y Alberto Contador y donde solo Nairo Quintana limitó la derrota a 1m 10s, Froome desarrolló una potencia media de 414 vatios durante los 15,3 kilómetros de ascensión, en los que invirtió 41m 30s. “Teniendo en cuenta que pesa 67,5 kilos, eso ofrece una potencia media de 5,78 vatios por kilo, y no los más de siete vatios que aventuró el experto de la televisión francesa”, explicó Kerrison. “Hay que tener en cuenta que los platos ovales que utiliza Froome han provocado una sobreestimación de un 6 % de su rendimiento por parte de los expertos”.
Los fisiólogos consideran que más de siete vatios por kilo es una cifra imposible de alcanzar sin dopaje, y han calculado que los campeones normalmente son capaces de generar entre seis y 6,40 vatios por kilo durante un máximo de 40 minutos. En el momento del ataque en el que se despegó de Quintana, 24s en total según Kerrison, Froome produjo una media de 556 vatios, 929 vatios de potencia máxima (un sprinter puede producir hasta 1.500 vatios en 200 metros), para una velocidad media de 25,3 kilómetros por hora y una punta de velocidad en una pendiente del 10 % de 27,7 kilómetros por hora.
“En 10s Froome puede alcanzar una potencia máxima de 652 vatios, así que lo que hizo en Soudet solo fue el 60 % de su potencial máximo”, dijo Kerrison. “De hecho, antes del ataque su potencia fue de 449 vatios, superior a los 435 de media que generó después. Fue a menos, pero continuó aumentando su ventaja.
La frecuencia de pedaleo de Froome, otro de los dominios en los que sorprende por su velocidad, tampoco fue tan excepcional: 97 pedaladas por minuto, según Kerrison, cuando algunos expertos midieron hasta 115. Su desarrollo fue un 38/28 y su corazón latió a un máximo de 174 pulsaciones por minuto.