Fue un duelo de poder a poder en donde ambas escuadras alternaron fases de dominio, y tuvieron que ser las individualidades las que volcaran la balanza en favor de los erizos.
En las tiendas moradas no cabe otro sentimiento que no sea la desazón y la decepción; los tibaseños deben aprovechar este fracaso (hay que llamarlo así pues en el Saprissa no conseguir un título es sinónimo de debacle) para hacer un análisis profundo de la plantilla y como se ha hecho la gestión de la misma. Cabe recordar que por tercer semestre consecutivo se logró la clasificación de manera agónica y con mas pundonor que futbol. El equipo tiene un ADN especial, sin embargo, esto no alcanza cuando se tienen solo 6 o 7 jugadores competitivos en la plantilla; la dirigencia ha tomado algunas decisiones por estrategia o presupuesto que no han permitido tener un conjunto altamente competitivo y ahorita se están pagando esas consecuencias viendo como el archirrival nos priva de acceder a una final.
El Deportivo Saprissa tiene una lista de jugadores los cuales no deberían portar su gloriosa camisa para el siguiente torneo, desde mi punto de vista deberían ser los siguientes: Walter Cortez, Jaylon Hadden, Francisco Rodríguez, Ryan Bolaños, Orlando Sinclair y ojo con el rendimiento de Marvin Angulo. Del tema de los extranjeros la verdad poco que agregar, a Aubrey David se le agradece su estadía, pero su ciclo estaba más que cerrado y ante La Liga lo ratificó con un yerro más que destacan que no había que hacer esfuerzo económico por el trinitense y en buena hora que se marcha a la acera del frente. Darixon Vuelto y Victor Medina aportaron poco y nada así que no estaría mal analizar el tema de estos dos muchachos porque lo visto en cancha no deja mucho espacio al optimismo en ninguno de los dos casos.
Otro punto de reflexión es que la columna vertebral tibaseña está conformada por jugadores mayores a los treinta años, desde su guardameta Aaron Cruz, pasando por Kendall Waston, Ricardo Blanco, David Guzmán, Mariano Torres y Christian Bolaños; este torneo que se avecina es fundamental acertar en las contrataciones (se especula ya con la llegada de Pablo Airboine, Youstin Salas y Luis Paradela). El Saprissa debe pensar en reforzar sus alas pues los laterales con los que se cuenta actualmente son muy deficientes, y me gustaría ver más participación de muchachos de la liga menor. Se entiende que por temas de pandemia hubo una disrupción del proceso de muchachos jóvenes, sin embargo, con la pronta puesta en función del CES es fundamental revitalizar el camerino son savia nueva que venga a darle al equipo un salto de calidad.
Desde esta columna no vamos a reprochar a ningún jugador ni al cuerpo técnico lo hecho en esta semifinales de Liga Promerica, siempre y cuando este golpe atestado por el rival nos obligue a cambiar y mejorar; la leyenda del Saprissa se construyó con base en títulos, para el próximo torneo se debe dar un golpe en la mesa para que esa copa vuelva a las vitrinas del equipo más grande de Costa Rica.
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