La decisión provoca un terremoto en el deporte mundial y marca el fin de una era en el fútbol español, privado en dos temporadas de sus grandes dominadores de la década: Leo Messi y Cristiano Ronaldo.
La intención de Messi es además una bomba para el Fútbol Club Barcelona, que no podría siquiera aspirar a cobrar un traspaso por la salida del mejor jugador de su historia. En comparación, el Real Madrid sí logró obtener 100 millones de euros de la venta de Cristiano Ronaldo a la Juventus.
El presidente del club, Josep Maria Bartomeu, queda también herido de muerte a ocho meses de las elecciones a la presidencia blaugrana. La relación con su estrella era nula y ha terminado provocando su salida por la puerta de atrás tras una humillación histórica en la Champions League frente al Bayern de Múnich (2-8).
Tambaleándose antes de nacer, también, queda el proyecto de Ronald Koeman, que pidió una reunión con Messi para convencer al argentino de su continuidad como primera medida al asumir el banquillo. No lo ha conseguido. El holandés, además, comunicó el lunes que no cuenta con él al uruguayo Luis Suárez, íntimo amigo de Messi.
La era de Messi (33 años) acaba en el Barcelona con 10 títulos de Liga, cuatro Champions League, seis Copas del Rey, tres Mundiales de clubes, tres Supercopas de Europa y ocho Supercopas de España.
Messi deja el Barcelona con 633 goles oficiales en 729 partidos, durante los que elevó a la gloria al club con el que debutó a los 17 años, tres meses y 22 días, en un derbi con el Espanyol de la mano de Frank Rijkaard.
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