Si bien Wanchope relata que su mayor reto será el ciclo olímpico, desea dejar en alto al país en el certamen próximo.
La nota:
Wanchope: "Un compromiso aun más grande"
El recuerdo aún está fresco. En Costa Rica todavía resulta muy sencillo emocionarse pensando en el momento que vive la selección, que ocupa el peldaño número 15 de la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola. Sin embargo, a pesar de la alegría, los dirigentes lo tienen claro: si no quieren estancarse y que la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™ sea tan sólo un grato recuerdo, hay que darle vuelta a la página y seguir trabajando.
Para empezar a andar este nuevo camino, Paulo César Wanchope será uno de los hombres de confianza. No sólo será el encargado de dirigir a Costa Rica en la Copa Centroamericana 2014, sino que ha recibido también la misión de forjar a las jóvenes promesas de cara al Torneo Olímpico de Fútbol Río de Janeiro 2016.
Del presente, pasado y futuro, FIFA.com habló en exclusiva con el exdelantero tico de 38 años, que se desempeñó durante tres años como auxiliar de Jorge Luis Pinto, el seleccionador saliente.
Un recuerdo para toda la vida
Michael Umaña corre con una sonrisa que le pinta la cara de lado a lado. Cerca de la línea de meta está Keylor Navas, quien lo espera para fundirse en un sincero y emotivo abrazo. Segundos antes, el arquero se había lanzado a su derecha para detener el tiro penal del griego Gekas, dejando a Costa Rica a una anotación del pase a cuartos de final de Brasil 2014. Entonces llegó el defensor tico y, sin miedo a hacer historia, con un potente disparo a su izquierda completó la gesta.
“Fue muy bueno nuestro paso en Brasil. Demostramos que nuestro fútbol tiene mucho talento y, todavía más importante, que podemos dar más y seguir creciendo. Eso nos compromete a sacar lo mejor del talento tico. Yo creo que hay muchos factores que explican nuestro éxito. Uno de ellos es la experiencia del plantel. Ya la mayoría estaba jugando en Europa y eso fue un aspecto clave”, explica Wanchope, quien anotó 45 goles con la selección nacional.
Si bien se quedaron a las puertas de las semifinales al caer con Países Bajos, el adiós a tierras brasileñas no fue tan amargo: habían conseguido la mejor actuación de su historia. “El nivel está aumentando”, explica. “El roce que tuvo la selección durante los tres años del proceso ha sido importante. Costa Rica nunca había tenido la posibilidad de tener los rivales que tuvimos. Jugamos contra España, Argentina… salimos a Europa a jugar”.
Con la partida de Pinto, la responsabilidad de manera interina de la selección mayor recayó en él. Con la Copa Centroamericana 2014 por iniciar el 3 de septiembre, Paulo Wanchope prefiere dejar el pasado en su lugar y enfocarse exclusivamente en revalidar el título de campeón. “Más que presión por todo lo logrado, nuestro buen paso nos compromete a todos. Hay un compromiso todavía más grande por competir, por hacer las cosas bien, por comportarnos de la mejor forma tanto dentro como fuera de la cancha”, recalca.
Su objetivo no es otro más que mantener el nivel mostrado y afinar detalles que les permitan seguir escalando en su nivel. “La identidad costarricense es de lucha, de sacar lo mejor de cada jugador. Eso es lo que queremos seguir, mejorar algunas cosas e implementar nuevos detalles; queremos mantener el buen trato del balón, el orden que siempre debemos de tener”.
Sembrando un gran futuro
Sin embargo, este nuevo ciclo también empezó para Wanchope con otra noticia que en lo personal lo entusiasma. “Ahora con la premura, mientras buscan al técnico de la mayor, dirigiré en la Copa Centroamericana y en algunos duelos amistosos inmediatos. Después estaré como entrenador olímpico y asistente del eventual entrenador. Yo estoy muy ilusionado con el ciclo olímpico”, relata con emoción el nacido en Heredia.
En mente tiene continuar afianzando a Costa Rica en el primer plano del fútbol mundial. Y para esto no hay fórmulas mágicas; hay que trabajar y, en especial, poner atención a los futuros prospectos, para que, cuando se de el recambio de la ganadora generación actual, haya miembros de calidad que tomen la estafeta que alguna vez él también cedió a estos jóvenes victoriosos.
“Tenemos los elementos para seguir creciendo, para seguir reforzando esta generación. Muchos de los que van a estar conmigo en el ciclo olímpico van a tener la oportunidad de jugar la eliminatoria y, si Dios quiere, estar en Rusia”. Y finaliza reafirmando su compromiso: “Por eso estoy con mucha ilusión de poner manos a la obra, porque hay muy buen material para potenciar con dedicación”.
