Un partido reñido, con dos selecciones obligadas a ganar para pasar a la siguiente ronda, fue el escenario con el que arrancó el duelo entre ticos y salvadoreños; dos viejos rivales que, a pesar de que se conocen a profundidad, ingresaron cautelosos de la propuesta del rival.
La apertura del marcador llegó sobre los tres minutos del arranque de las acciones, cuando el capitán de la Tricolor, Greivin Pacheco, se animó con un remate de larga distancia, para de pierna izquierda conseguir el 0-1.
Durante el primer tiempo y los primeros minutos del segundo los nacionales supieron manejar los hilos del encuentro, con llegadas a marco y cerrando líneas atrás para evitar el gol del empate.
Pero los salvadoreños supieron esperar, desgastando a los ticos tanto física como mentalmente para apoderarse del encuentro.
Los goles de El Salvador empezaron a caer y el desgaste emocional y físico de Costa Rica se notó; las desatenciones en marca, aunado a la resistencia de los cuzcatlecos le pasaron una cara factura a los dirigidos por el director técnico Franklin Zúñiga.
“Los movimientos lógicos que se hacen en esto no se hicieron y por ende el equipo se vino abajo. Me parece que la mentalidad fue lo que nos afectó ante los salvadoreños, era cuestión de que los muchachos se metieran en el partido con cabeza fría, pero al ver que las cosas no estaban saliendo no lograron asimilar lo que se les pedía y lo que venían haciendo”, declaró el estratega de la nacional.
Con información de FEDEFÚTBOL
