Por eso quiero decirle ¡gracias!. Gracias a todo el grupo, porque nunca bajaron los brazos, que pese a todo el entorno, que nos daban por muerto meses antes del Mundial, supieron representar a nuestro país, a que todo el planeta nos aprecie. Basto con bajar en el ascensor de mi edificio en la ciudad de Buenos Aires, y que el encargado del edificio me felicite porque sí, ya sabe quién es nuestro país, adonde quedamos y el espíritu de guerreros con que nacimos los ticos. Esa es la magia del fútbol. Todos los ticos en cualquier rincón del mundo fuimos más hermanos que nunca durante estas semanas, inspirados por el mejor equipo de la historia centroamericana de fútbol. Estuvimos muy cerca de llegar a las semifinales de Brasil 2014. Sí, de la Copa del Mundo.
Y es que todo este trabajo que ha sido y va a seguir siendo recompensado. Esta hazaña trae tantísimos impactos positivos en nuestro país, y a ustedes jugadores, hicieron un antes y después en nuestro fútbol. Ahora todo será mejor para los que amamos este deporte. Un pueblo tan futbolero necesitaba esto, sufrimos cuando nos despedíamos de la posibilidad de asistir al Mundial anterior, pero la caída nos convirtió en un gigante. Estamos ante una revolución.
Pero lo más importante es seguir siendo lo que hemos sido, humildes y trabajadores, que saber que cualquier desafío puede ser superado, y aplaudir, seguirle aplaudiendo a la selección costarricense de fútbol 2014, que inspiró a un pueblo entero a seguir creyendo en nosotros, los ticos. Seguramente el mundo nos echará de menos, de todo corazón gracias.