"Luego de todo el sufrimiento y celebración, ya camino a camerines, me puse en la entrada y le dije '¡Alianza!'". Edson Atencia Vicentelo (chalaco, 32 años) le mostraba al técnico que sorprende al mundo una camiseta blanca y azul que para Pinto no es otra cosa que su primer gran amor.
"Él estaba súper emocionado y señaló a su corazón y acarició la camiseta". Mientras tanto escuchaba el grito que trataba de abrirse paso entre las voces del estadio. "¡Siempre contigo, contigo el Perú!".
"Casi me meto a la cancha, pero me asusté porque han deportado chilenos y argentinos por revoltosos. Pinto me hizo sentir campeón con Alianza después de muchos años y por eso corrí a darle la camiseta", le cuenta Atencia un día después a El Comercio.
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Entonces el hincha y Pinto quien sacó campeón a Alianza Lima en 1997 concluyeron aquello que había empezado antes del partido, cuando Atencia Vicentelo le mostró la camiseta. "Estaban concentrados, solo me hizo una señal en el pecho y me dijo que espere. Eso hice, hasta el final y me junté con los hinchas de Costa Rica atrás del banco".
Un día después de su encuentro con Pinto, Atencia Vicentelo está en Natal, a casi 300 kilómetros de Recife. En un espacio para sus planes de llegar a Fortaleza para el Colombia-Brasil y la final, para las que tiene pasajes pero aún no entrada.
"He ido ya a todos los partidos que pude. Ya no tengo entradas y los otros partidos están fuera de mi alcance y busco alguien que me auspicie para llegar. Acá en Brasil es muy duro. Todo es lejos, peligroso y ando solo. Todos los hinchas de otros países andan en grupo. Lo más importante es demostrar a todo el Perú que sí podemos si nos lo proponemos y trabajamos duro", dice.
Vicentelo Ha estado en el Chile-España en Río, el Uruguay-Inglaterra en Sao Paulo, el Portugal-Ghana en Brasilia. Desde el 16 de julio está viajando en buses y aviones, y durmiendo donde puede: casas de amigos, aeropuertos, terminales de buses. Todo por el Mundial.