El partido fue un típico partido de dos caras con una 'Die Mannschaft' claramente dominadora en la primera mitad y un cuadro transalpino desatado en la segunda que terminó haciendo dramática una eliminatoria que ya parecía sentenciada.
El equipo de Julian Nagelsmann pareció poner tierra de por medio antes de que los equipos se fueran al descanso, con 3 goles en un primer acto en el que Alemania había tenido sometida a Italia casi por completo.
Una escena que es como una radiografía de lo que fue la primera parte fue la del segundo gol germano. Donnarumma acababa de desviar a saque de esquina un cabezazo de Kleindienst y empezó a discutir con sus defensas por haber permitido el centro de Antonio Rüdiger.
Mientras Donnarumma regañaba a sus compañeros -para lo cual había salido de su portería- Kimmich cobró el córner raso al área pequeña donde esperaba Musiala, que marcó a placer mientras los italianos discutían entre ellos unos metros más adelante.
Pocas veces he visto un gol tan absurdo y tonto como el que le acaba de meter Alemania🇩🇪a Italia🇮🇹.
— Ivis Aburto (@IvisAburto) March 23, 2025
De entrada, Donnarumma muy mal y los demás italianos, bueno…🤦♂️ pic.twitter.com/3cZ8F9t07z
Italia había estado todo el tiempo demasiado lenta ante una Alemania siempre alerta y el gol de Musiala, en el 37', llevaba esa situación al extremo. Minutos antes, en el 30', Kimmich había abierto el marcador de penalti después de que Buongiorno derribara a Kleindienst dentro del área.
Justo al borde del descanso, Kleindienst marcó el tercero de cabeza a centro de Kimmich desde la derecha en una jugada que se inició con un robo de balón de Schlotterbeck en el centro del campo.
En el comienzo de la segunda parte, la Selección Italiana prácticamente se encontró con el gol del descuento marcado por Moise Kean, que aprovechó un mal pase de Sané.
Aunque el gol hubiese sido producto de un claro error germano, la 'Azzurra' había salido del vestuario con otra actitud y daba muestras de una clara mejoría. Alemania, por su parte, no era tan abrasiva como en la primera mitad, la presión alta no era constante y había empezado a dejar jugar a su rival.
En el minuto 69, cuando Kean marcó el segundo en buena jugada individual, quedó claro que el combinado germano había perdido el hilo del partido. Italia, por su parte, empezó a creer y a ser el mejor equipo.
En el 75', Szymon Marciniak pitó un presunto penalti a favor de los transalpinos que luego fue corregido por el VAR, al constatar que Schlotterbeck había tocado la pelota en una acción contra Di Lorenzo.
Ya en el añadido fue el VAR el que le dio un penalti a Italia, por mano de Mittelstädt, que marcó Raspadori. Al final se vio que el empate había llegado demasiado tarde para los de Spalletti, que tal vez hubieran entrado con ventaja a la prórroga por lo visto en la segunda parte.
