La NBA acaba de romper su propia barrera supersónica: por primera vez en su historia superó los 10 mil millones de dólares en ingresos en una sola temporada.
Antes del inicio del ciclo 2021-2022, el comisionado Adam Silver había pronosticado alcanzar esa cifra en una etapa de despegue luego de dos temporadas cortas y alteradas por la pandemia.
Estos números indican una recuperación de la NBA con respecto a la temporada 2020-2021, en la que sus ingresos cayeron alrededor del 35 por ciento.
El básquet estadounidense superó una meta que ya había cruzado la NFL, que contabilizó 11 mil millones de dólares de ingresos, un 12 por ciento por encima del año anterior.
Los datos de ingresos de la NBA fueron confirmados el 12 de julio último por Silver en la reunión del board de la liga, donde se aprobó de forma permanente el formato “play-in” para las clasificación en cada conferencia para los playoffs con un sistema que mantiene con posibilidades a las franquicias que ocupan el noveno y el décimo lugar. La modalidad surgida durante las temporadas reducidas por la pandemia demuestran la capacidad de la NBA de transformar en ganancias cualquier clase de innovación: esa expectativa deportiva se tradujo en nuevos índices alentadores de audiencia.
En la temporada 2018-2019, la NBA tuvo su pico máximo de ingresos con 8.900 millones de dólares. En el desagregado de los 10 mil millones de dólares alcanzados en la temporada que vio campeón a Golden State Warriors, se destacan los 1.460 millones de dólares que la NBA ingresó a partir de patrocinios y acuerdos con diferentes compañías.
Los rubros como tecnología y criptomonedas fueron las principales fuentes de ingresos publicitarias, con convenios que superaron los 170 millones de dólares provenientes de negocios con compañías tecnológicas como Google y Microsoft, mientras que las empresas criptos ocuparon el segundo lugar con desembolsos que oscilaron entre los 100 y 150 millones de dólares.
A pesar de las malas noticias que llegan con respecto a la cotización de los criptoactivos, ese rubro estuvo en el puesto número 43 la temporada pasada como origen de los ingresos publicitarios. El resto de las marcas que patrocinan a la NBA provienen de diferentes industrias: bancos, telecomunicaciones, indumentaria y equipamiento, cervezas, servicios financieros, apuestas, automotrices y comercio minorista. Los ingresos publicitarios que conforman el piso de los acuerdos con patrocinadores no bajan de los 70 millones de dólares por cada rubro.
Recién en 2024 la NBA deberá negociar sus derechos de transmisión para los Estados Unidos y a nivel global. Desde 2014 esos derechos se reparten entre ESPN y Turner Sports, que le habrán asegurado a la NBA, para cuando esos contratos finalicen, un acumulado de 24 mil millones de dólares en diez años. La reciente negociación entre la compañía tecnológica Apple con la MLS -con un acuerdo por 250 millones de dólares por temporada, muy lejos de lo que la NBA ingresa anualmente-, abrió el juego de consultas sobre alguna novedad que pueda surgir para el nuevo ciclo de venta de derechos.
La NBA todavía no habla de esos temas, pero cuando se analiza su plataforma de acuerdos, Apple por el momento no aparece dentro del paisaje del básquet más grande del mundo, como si lo hace con la NFL. Gigantes como Google, -también YouTube-, Meta y Microsoft ya tienen sus “parcelas” en la NBA. Siempre hay lugar para uno más.
Fuente: Diario La Nación Argentina
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