Monstruosa victoria, en una noche cargada de sufrimiento, crispación y coraje. El Deportivo Saprissa logró conseguir la victoria el día de ayer (la tercera de forma consecutiva) sorteando toda clase de obstáculos, empezando por el engramado sintético del reducto del Colleya Fonseca, es de sobra conocido que a los morados les lastima jugar en esa superficie. Segundo supieron sobreponerse a verse abajo en el marcador y de forma increíble darle vuelta al mismo con tan solo nueve hombres en el campo. Y por último nuevamente un arbitraje casero les puso las cosas más cuesta arriba especialmente con la rigurosísima expulsión de Orlando Sinclair.
El resultado de derrota del equipo de San Carlos llenó de fe a los seguidores morados quienes abarrotaron el sector de sombra del reducto josefino; las piezas del tablero poco a poco van abriendo portillos para apostarle a la clasificación a la segunda ronda. La feligresía tibaseña se hizo sentir y dio el aliento a los suyos para poder revertir un marcador que se le puso en contra desde la etapa inicial. El Saprissa poco a poco va tomando una identidad de juego. La línea de 3 en zona defensiva le ha dotado de una solidez necesaria que ha ido brindando de seguridad las otras líneas del equipo.
Quiero destacar nuevamente algunos nombres propios que se van entonando en este cierre de campeonato. El primero es Jimmy Marín, cuyo rendimiento este semestre había estado por debajo de lo que sabemos que puede dar en cancha, ayer antes de la anotación ya había tenido en sus botas la igualdad del marcador, pero su espíritu inclaudicable le dio una recompensa al robar un balón que no supo manejar la defensa guadalupana y anidarlo en las redes. A otro muchacho que le cambió la vida con el cambio de estratega fue a Andy Reyes, dos anotaciones en 3 partidos, más allá de las conquistas, el ex brumoso se le ve acucioso y lleno de bríos y su anotación salvadora tiene a los suyos peleando por clasificar. El otro héroe de la noche fue Aaron Cruz, el siempre cuestionado guardapalos tibaseño mantuvo su valla intacta cuando los suyos se vieron en inferioridad numérica, y fue un pilar en donde se cimentó la victoria.
Quedan tres fechas, lo cual es equivalente a tres finales más. El próximo sábado la afición debe hacerse presente de forma masiva en el reducto tibaseño para así llevar en volandas al equipo a sumar un gane adicional. El rival de turno es Jicaral que está luchando por evitar el descenso. Si hace una semana decíamos que el Saprissa era un enfermo en cuidados intensivos, a día de hoy se puede diagnosticar que el paciente ya salió de la UCI y se encuentra en cuidados intermedios, depende que los norteños y guadalupanos se dejen algunos puntos en el camino y eso si los morados deben sumar los nueve restantes. Contra todo pronóstico y circunstancia los tibaseños ya miran tierra firme, y sabemos que si logran conseguir el ansiado pase a semifinales, en esas circunstancias el Saprissa se volvería un equipo temible para cualquiera de sus rivales.
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