Hasta 600 personas, entre jugadores, personal y funcionarios, han sido obligados a aislarse en Melburne tras detectar un positivo por coronavirus en el Grand Hyatt Hotel.
El contagiado se trata de un miembro del personal de apoyo que asistió a los tenistas durante su cuarentena forzada al llegar al país. El Open de Australia, así como el resto de torneos que se disputan allí, corre peligro.
Las fuertes restricciones en Australia con la pandemia, siendo uno de los países que mejor ha lidiado con ella, amenaza la disputa del primer Grand Slam del año.
Si los tenistas que se alojaban en el hotel son tenidos en cuenta como 'contactos estrechos', deberían cumplir cuarentena durante 14 días.
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