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¿El póker es un juego de suerte o de habilidad?

Tratar de definir si el juego de cartas más famoso del mundo se puede clasificar como un juego determinado por la suerte o la habilidad es muy apropiado, especialmente teniendo en cuenta el período histórico en el cual nos encontramos. Desde hace algún tiempo, de hecho, están vigentes las polémicas de quienes están preocupados por la capacidad de crear dependencia de los juegos de azar.

Este grupo de personas cree que cuanto más un juego se basa en factores como la aleatoriedad y la incertidumbre, más aumenta el deseo de seguir apostando en él. Esto no se aplicaría, por ejemplo, en disciplinas como el ajedrez, en las que sin una preparación previa adecuada es imposible ganar una partida, lo que reduce drásticamente las ganas de seguir jugando.

  

Este punto de vista es aún más relevante si se considera que gracias al desarrollo tecnológico de las últimas décadas, un número cada día mayor de personas puede acceder a un casino sirviéndose sólo de un teléfono inteligente conectado a Internet. En este sentido, por lo que se refiere al póker, se estima que cada año alrededor de 100 millones de personas optan por realizar una partida en uno de los miles de sitios web especializados.

En continuación, intentaremos arrojar luz sobre este tema, remitiéndonos a algunas investigaciones relevantes, basándonos en las opiniones de los expertos y haciendo algunas reflexiones ulteriores.

  

La verdad sobre el póker - ¿Es una cuestión de suerte o habilidad?

La investigación de la Universidad de Heidelberg

Según un estudio realizado por el doctor Jörg Oechssler y su grupo de investigadores, el póker es un juego de habilidad, aunque a corto plazo la suerte puede tener una relevancia de poco más del 50%. Esta conclusión no es sólo particularmente importante por razones estadísticas sino también desde el punto de vista legal, ya que en algunos países sólo se puede apostar dinero en juegos que sean clasificados como de habilidad.

Para llevar a cabo su análisis, los estudiosos han recogido los datos relativos a cuatro millones de partidas de ajedrez, póker y skat y los han categorizado utilizando el sistema de puntuación de Arpad Elo. Aunque esta metodología de evaluación es bastante compleja, se puede concluir que a largo plazo los jugadores de buena calidad logran tener éxito el 75% de las veces.

El papel de las matemáticas

Como en todos los ámbitos de nuestras vidas, es innegable que se presentan con cierta regularidad períodos en los que todo parece ir mal, alternados con otros, en cambio, en los que se obtienen óptimos resultados en cualquier acción que se emprenda.

Además de los momentos más o menos afortunados que nos tocan de cerca, también se puede observar que estamos rodeados de personas generalmente desafortunadas y otras a las que todo va siempre bien.

Si se repite una acción varias veces – por ejemplo, se lanza una moneda al aire – las probabilidades de obtener una cara o una cruz seguramente se acercarán al 50%. Si se redujeran o aumentaran los intentos, este valor no cambiaría, ya que se trata de una ley matemática.

Aplicado al mundo del póker, este discurso sigue siendo válido para todos los jugadores presentes en una mesa. En otras palabras, aunque se pueda ganar una sola partida con un poco de suerte, a largo plazo el aspecto que marca la diferencia es la preparación individual de los presentes.

La opinión de Phil Hellmuth

En 2021, el patrimonio Neto de Hellmuth consistía en aproximadamente 20 millones de dólares. Este jugador de póker de Wisconsin es uno de los más fuertes de todos los tiempos, con numerosos resultados positivos a sus espaldas.

Entre ellos, se cuentan las 16 pulseras conquistadas en las World Series of Poker, el torneo en el que ha conquistado dos récords – se trata de la mayor suma de dinero ganada en efectivo y del mayor número de mesas finales alcanzadas.

Hoy de 58 años, comenzó a acercarse a la mesa verde cuando todavía asistía a la universidad. Seguramente, en algunas ocasiones a lo largo de su carrera habrá tenido suerte, pero reunir tantos éxitos con tal constancia habría sido imposible sin una dedicación y una preparación enormes. 

Hellmuth comparte esta opinión y está de acuerdo con los resultados de la investigación de la Universidad de Heidelberg que se acaban de discutir, aunque con algunas discrepancias numéricas. En una de sus declaraciones, el estadounidense afirmó que el resultado de una partida de póker depende en un 50% de la suerte y en un 100% de la habilidad del jugador.

Parafraseando sus palabras, en otro momento el campeón añadió que si en este juego la suerte no tuviera ninguna relevancia, él siempre ganaría. Basándose en esta frase, es necesario reflexionar sobre el hecho de que, probablemente, los secretos del éxito no son sólo el estudio y un poco de apoyo por parte de la diosa fortuna, sino también una autoestima elevada.

El caso Moneymaker

Tratar el tema de la relación entre la suerte y la habilidad en el casino sin mencionar brevemente a Chris Moneymaker sería inconcebible. La sensación que este jugador principiante de póker causó hace ya casi veinte años, de hecho, se ha convertido en parte de los libros de historia, tanto que todavía hoy se sigue hablando del efecto Moneymaker.

Al entrar en detalles, este contador originario de Atlanta decidió inscribirse en un torneo de póker en línea para el que se requería el pago de una inscripción equivalente a 39 dólares. Ganar este primer torneo le daría acceso a un segundo que le garantizaría un asiento en las World Series of Poker de 2003.

Sorprendentemente, no sólo logró esta hazaña, sino que también participó en su Main Event y lo ganó, llevándose a casa un premio acumulado de 2,5 millones de dólares.

Un suceso de tal envergadura contribuyó a que miles de personas deseosas de imitarlo se acercaran inmediatamente al póker en línea.

Como se puede imaginar, a pesar de que Moneymaker todavía está en actividad y ha ganado algunos premios de menor importancia, nunca logró repetir su resultado inicial. Al parecer, se puede tener suerte en una ocasión o por un período limitado de tiempo, pero sin una preparación adecuada es muy difícil lograr excelentes resultados.

El póker, un juego de habilidad (con un poco de suerte)

En este artículo, se ha mostrado que no se puede definir el póker como un juego exclusivamente de habilidad o de suerte. Aunque con algunas diferencias de fondo, la investigación realizada por la Universidad de Heidelberg, la reflexión sobre la base matemática del juego, las afirmaciones de Phil Hellmuth y el caso Moneymaker están todos de acuerdo con esta tesis.

Lo que se acaba de presentar demuestra más bien que el póker es una combinación de las dos y que la preparación juega un papel mucho más importante que la fortuna. Por otra parte, si esta última prevaleciera sobre elementos como el estudio, la práctica y la paciencia, para ganar sería sólo suficiente tener en la mano cartas mejores que las de los adversarios; no obstante, como se desprende de las partidas de los mejores jugadores del mundo, no siempre sucede así.