Japón se coronó tricampeón del Clásico Mundial de Béisbol al derrotar 3-2 a Estados Unidos en un encuentro dramático.
El nipón Shohei Ohtani fue la gran figura del partido al sacar el último out ante su compañero en Los Angeles, Mike Trout.
Esta fue la tercera corona de la nación asiática en el Clásico y el segundo campeón invicto del torneo, el primero desde que República Dominicana lo logrará en la edición del 2013.
Ohtani, la estrella del beisbol que lanza y batea ha cautivado a los fanáticos en dos continentes, conectó un sencillo dentro del cuadro en la séptima entrada como bateador designado y caminó por la línea del jardín izquierdo hasta el bullpen de Japón para calentar para su tercera aparición en el montículo del torneo.
En la novena entrada ingresó como lanzador. Dio base por bolas al Jeff McNeil, campeón de bateo de las Grandes Ligas, antes de que Mookie Betts rodara para una doble matanza.
Trout, el capitán de Estados Unidos y tres veces Jugador Más Valioso de las Grandes Ligas, terminó ponchándose en una curva con la cuenta llena y buscando la carrera del empate que nunca llegaría.
Ohtani fue nombrado como el Jugador Más Valioso del Clásico, pues como bateador, bateó para .435 con un jonrón, cuatro dobles, ocho carreras impulsadas y 10 bases por bolas, pero como lanzador tuvo marca de 2-0 con un salvamento y efectividad de 1.86 en el montículo, ponchado a 11 en 9.2 entradas de labor.
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