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Kipchoge: "Las zapatillas no te llevarán a ningún récord, lo importante es el atleta"

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El pasado sábado Eliud Kipchoge detuvo el reloj de la maratón en 1h59m40s en lo que fue la gran noticia deportiva de la semana. El keniano brindó una amplia entrevista al Diario La Vanguardia y habló sobre la gran polémica de sus zapatillas. 

"Encima de cada zapatilla hay un atleta. Si no estás en forma, no puedes hacer nada. Las zapatillas no te llevarán a ningún récord", mencionó. 

Aquí la nota 

¿Y ahora?

Todavía estoy celebrando el resultado del sábado. Ahora mismo, mi objetivo es recuperarme. Luego me reuniré con el equipo en Kenia y entonces debatiremos qué viene a continuación.

Pero ¿se ha planteado algún reto? ¡Usted ya lo tiene todo!

Mi reto es que no creo en los límites. Considero que los retos forman parte de la vida. Mi reto es superar cualquier reto. Cuanto más tengo, más quiero. Cada día esun reto.

¿En qué sentido?

Levantarse es un reto. Salir de la cama, plantearse cosas. Los límites no existen. No creo en ellos.

¿Y quién le inspira?

Mi entrenador, coach Sang .

Se refiere a Patrick Sang. Kipchoge siempre aplaude a Sang. Dice que Sang es algo más que un entrenador. Habla de un entrenador para la vida. De un padre espiritual. Hay enlaces vitales entre ambos. La madre de Kipchoge había sido profesora de Sang cuando éste acudía a la guardería. Sang dice que ahora, a través de Kipchoge, ha podido devolverle a aquella mujer todo lo que ella le había dado.

Sang ya era un entrenador de prestigio en el año 2000, cuando aquel adolescente, el pequeño Kipchoge, iba a pedirle consejo. Sang le dio un programa de entrenamiento de dos meses. Cuando venció aquel plazo, Kipchoge regresó a por más.

¿Qué le ha dado Sang?

Ha estado junto a mí durante muchos años. Jamás me cuestiono nada de lo que él me dice. ¿Cómo voy a hacerlo...? Mientras pueda, lo quiero junto a mí. También me ha inspirado Roger Bannister.

¿De qué manera?

Hace muchos años, Bannister fue el primero en bajar de los 4 minutos en la milla. Ocurrió en 1954. Creo que mi éxito es algo similar, la ruptura de un hito, una ruptura tecnológica.

En todo este tiempo, desde aquel lejano año 2000, Kipchoge ha firmado un abanico de éxitos. En los Mundiales de París 2003, tumbaba a El Guerruj y Bekele para ser oro en 5.000 m. Aún era júnior. En esa distancia logró dos podios olímpicos (2004 y 2008). En el 2013 entraba en el maratón. Ha ganado diez de los once que ha corrido, incluido el título olímpico en Río 2016. El año pasado, en Berlín, se fue hasta 2h01m39s. Hoy es el récord oficial de la distancia.

¿Cuál es su mejor logro? ¿Elhito de las dos horas? ¿El título olímpico? ¿El Mundial ante Be-kele y El Guerruj...?

Oh, no sé qué decirle. Todos esos logros son muy valiosos. Mi historia es hacer historia. Creo que eso es algo que me permite distinguirme. Visto así, creo que mi mejor logro es el reto de las dos horas.

En enero, usted confesaba a La Vanguardia : ‘No seré yo quien rompa la barrera de las dos horas. No volveré a intentarlo’.

Kipchoge rompe a reír. Había habido un primer intento en el 2017, en el proyecto Breaking2 de Nike. Entonces, firmó 2h00m25s

Al fin, responde:

Volveremos a hablarlo cuando usted regrese a Kaptagat (...) No, en serio, en enero yo me estaba concentrando en el maratón de Londres (en primavera, llegó el primero a Buckingham Palace: ganó en 2h02m37s). Entiendo que debo ir compromiso a compromiso. Primero debía correr en Londres. Y luego debía ponerme a pensar en el siguiente reto.

Apoyo de la familia

Grace Sugutt, la esposa de Kipchoge, y los tres hijos de la pareja presenciaron la prueba en Viena. Todos ellos acudieron a abrazarle en cuanto cruzó la meta. Kipchoge ha amasado una importante fortuna en su carrera profesional. Compró una bonita casa en Eldoret y allí vive la familia.

Grace Sugutt y los chicos le ven poco. Kipchoge pasa buena parte del tiempo en Kaptagat, el centro de entrenamiento del grupo. Se encuentra a treinta kilómetros de Eldoret. Se trata de una casa rural situada entre caminos de ferralita, la arcilla roja que abunda en las cunetas de las carreteras de Kenia. El lugar es espartano. Instalaron un calentador de agua el año pasado. Hasta entonces, los atletas se calentaban el agua con una olla.

Kipchoge comparte el cuarto con Augustine Choge, su confidente, una de sus 41 liebres en el Ineos Challenge. El dormitorio es austero. Dos camastros, dos mesas de noche, un armario, un ventanal hacia el huerto de Kaptagat.

Kipchoge sólo regresa a casa en la tarde del sábado. Pasa la tarde y la noche con los hijos y regresa a Kaptagat al mediodía del domingo.

Usted es millonario. Ha ganado títulos, infinidad de cosas. ¿Cómo lidia con todo eso? ¿No le dice su mujer que ya basta, que vuelva a casa?

Ah, ella comprende todo esto. Sabe que Kaptagat es un lugar alto, que lo necesito para entrenarme. Entiende que ahora no puedo pensar en otra cosa más que en entrenarme y en descansar.

¿Y cómo construye su mente?

La mentalidad me marca todos los momentos. Si la tienes, estás preparado para cualquier cosa. Es una parte crítica en la que trabajo. Pero no hago nada específico, no tengo psicólogos, ni nada por el estilo.

Al día siguiente del reto Ineos, Brigid Kosgei rompió el récord femenino. El hito abrió un debate: ¿hasta qué punto les ayudan las zapatillas?

Encima de cada zapatilla hay un atleta. Si no estás en forma, no puedes hacer nada. Las zapatillas no te llevarán a ningún récord.