Jonathan Busby se ha convertido en uno de los protagonistas de la primera jornada del Mundial de atletismo de Doha 2019, al participar en la exigente prueba de 5.000 metros por primera vez en su vida gracias a una invitación de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF).
El atleta arubano de 33 años saltó a la pista del Estadio Jalifa catarí decidido a aprovechar su oportunidad, pero sufrió más de lo esperado y casi llegó al colapso durante la prueba.
No obstante, el sufrimiento de Busby hizo que otro atleta sacrificara su competición para ayudarle a llegar a la meta y nos dejó la primera historia de deportividad de este campeonato.
Se trata del corredor de Guinea Bissau Braima Suncar Dabó, quien no dudó en abrazar a Busby para cargar con la mayor parte de su peso. El corredor de 26 años le sirvió de apoyo hasta que ambos cruzaron la línea de meta entre los aplausos del público congregado en las gradas.
Busby fue finalmente descalificado por la organización por recibir la ayuda del bisauguineano en la última vuelta de la primera serie de 5.000 metros, ya que el reglamento de la IAAF considera sancionable "recibir apoyo físico de otro atleta que ayude al atleta a progresar hacia delante en la carrera".
Dado que nunca antes había competido en esta prueba, Busby llegaba a Doha sin marca en la distancia y terminó la agónica prueba con un tiempo de 18:10.68, casi cinco minutos más que el vencedor de la carrera, el etíope Selemon Barega (13:24.69), aunque su tiempo no quedó registrado.
Ingebrigtsen, recalificado
Más allá del emotivo gesto, la primera ronda de los 5.000 metros destacó por la descalificación del noruego Jakob Ingebrigtsen. que finalmente fue readmitido. El menor de los tres hermanos que compitieron en la prueba quedó eliminado por pisar fuera de pista en una de las curvas.
Ingebrigtsen, que terminó cuarto la carrera, llegaba a Doha en busca del doblete que ya consiguió en el Europeo, donde se proclamó campeón en 1.500 y 5.000, pero solo unos minutos después de concluir la prueba los jueces le aplicaron el reglamento. No obstante, la IAAF reconsideró la sanción y Jakob podrá acompañar a sus hermanos, Henrik y Filip, en la final.
"Creo que a veces las reglas vienen en ayuda de los inocentes. No hice nada incorrecto", afirmó Jakob tras conocer su recalificación.