Se especulaba con que Pelé pudiera ser él el encargado de encender el pebetero para iluminar Río de Janeiro con la llama olímpica. Sin embargo, el ídolo brasileño anunció que no participó en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos por problemas de salud.
"En este momento no estoy en condiciones físicas de participar en la apertura de la Olimpiada", anunció en un comunicado el máximo ídolo del fútbol brasileño, en un texto divulgado por medios locales.
El ex jugador de 75 años tiene una prótesis de cadera, sufre fuertes dolores y ya no consigue caminar sin ayuda de un bastón. "En mi vida tuve fracturas, cirugías, dolores, internaciones en hospitales, victorias, derrotas, y siempre respeté a quienes me admiran", escribió Pelé, quien fue operado en enero en Estados Unidos para corregir un desplazamiento de la prótesis de cadera que desde noviembre de 2012 tiene colocada entre el fémur y la pelvis. Anteriormente, fue sometido a una cirugía en la columna vertebral destinada a descomprimir un nervio.
"La responsabilidad de las decisiones es mía y siempre busqué no decepcionar a mi familia y al pueblo brasileño", agregó el ex jugador. "Como brasileño, pido a Dios que bendiga a todos los que participarán de este evento y que sea un gran éxito y termine en paz", concluyó quien era uno de los favoritos para encender el pebetero olímpico.
El problema en la cadera que resultó en su última intervención quirúrgica fue uno más de los varios percances de salud que han aquejado en los últimos años al campeón mundial con Brasil en Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970.
Un mes antes de la cirugía de julio de 2015 fue operado de la próstata. A fines de 2014, se sometió a una cirugía para retirarle cálculos renales, lo que le ocasionó una infección urinaria que derivó en que fuera internado en una unidad de cuidados intensivos donde tuvo que ser sometido a hemodiálisis. Entonces se supo que el jugador vive con un solo riñón desde hace más de tres décadas.