Miles de personas se alinearon en las calles de Louisville, Kentucky, la ciudad donde nació Muhammad Ali, el viernes, para decir adiós a la leyenda del boxeo mundial que falleció hace una semana a los 74 años.
En medio de gritos de "Ali", el ataúd rojo del boxeador conocido como "el más famoso musulmán estadounidense", cubierto por una túnica islámica, fue colocado en una carroza fúnebre que lo llevó por los sitios más importantes de su vida: la casa donde creció, el gimnasio donde aprendió a boxear y el museo que lleva su nombre.
El coche fúnebre, acompañado de otros 16, hizo un recorrido de casi 31 kilómetros pasando por todos los puntos más emblemáticos de la vida de Ali: desde su primera casa hasta el gimnasio donde se enfundó los guantes por primera vez.
Hacia el final de la procesión, el parabrisas de la carroza estaba casi cubierto de flores.
El funeral público de Muhammad Ali se lleva a cabo en el coliseo de Louisville. El expresidente Bill Clinton y el cómico Billy Cristal son los principales oradores de la ceremonia a la que asisten decenas de estrellas y famosos.
La asesora de la Casa Blanca, Valerie Jarret, leyó una carta del presidente Barack Obama, quien no pudo asistir al funeral porque tenía que asistir a la graduación de escuela secundaria de su hija mayor.
Los campeones de peso pesado Mike Tyson y Lennox Lewis, así como el actor Will Smith estuvieron entre el grupo que ayudó a llevar el ataúd.
Una vez llegados al cementerio, se llevó al cabo una ceremonia intima con los familiares del boxeador. En particular, su viuda Lonnie Ali e hijas Maryum y Rasheda. Ahí dejaron para descanso eterno el ataúd de Muhammad Ali, cuya lápida tiene la particularidad de sólo decir lo siguiente: “Ali”.
Posteriormente, el gran acto con 22.000 asistentes se llevó a cabo en el KFC Yum! Center. Primero, se leyó una carta del presidente Barack Obama, que no pudo acudir debido a la graduación de su hija Malia. Posteriormente, leyeron elogios el expresidente Bill Clinton, que le entregó la Medalla Presidencial en 2001; y amigos íntimos de Ali como el actor Billy Crystal y el el célebre periodista deportivo Bryant Gumbel. En Louisville ya descansa una leyenda.