Quizás el duelo más sonado en la historia del ajedrez llega a las pantallas. Tobey Maguire y Liev Schreiber interpretan a los grandes maestros.
El estadounidense Robert ‘Bobby’ Fischer aterrizó en el aeropuerto de Reikiavik, Islandia, el 4 de julio de 1972.
Se bajó del avión a solas, sin escoltas, sin familia, un genio solitario y errático que tenía por delante el reto más grande de su vida.
A sus 29 años se enfrentaría a la temida máquina de ajedrez soviético, que había producido a los últimos cinco campeones mundiales, incluido a Boris Spassky, con quien disputaría un total de 24 partidas a lo largo de tres meses.
El duelo cobró proporciones mediáticas sin precedentes en el mundo por culpa del errático comportamiento del estadounidense y porque muchos veían la partida como una manifestación de la Guerra Fría. Y ahora, gracias al director Edward Zwick (Diamante de sangre, El último samurái), la historia llegó a salas de cine de Estados Unidos el pasado fin de semana.
Protagonizada por Tobey Maguire (Fischer) y Liev Schreiber (Spassky), Pawn Sacrifice es un justo tributo al duelo más icónico del deporte ciencia.
