Este sábado estará cumpliendo 81 años de existencia el Club León, cuadro del estado de Guanajuato que participa en la máxima categoría del fútbol mexicano.
El equipo no es desconocido para los aficionados costarricenses, pues en diciembre de 2020 se coronó campeón azteca, con la participación de nuestro compatriota Joel Campbell.
Lo que posiblemente sí resulte desconocido es que el último jugador tico que antes de Campbell había levantado tal trofeo, también era una figura del mismo elenco ‘esmeralda’, y en las siguientes líneas el estimable lector de everardoherrera.com se enterará de su identidad, así como de los detalles que rodearon esa penúltima alegría nacional en la primera división de México…
En esta ocasión preferí narrar las historias de nuestros protagonistas en orden invertido en el tiempo… Así, inicio con Joel, hoy futbolista del Atlético Goianiense brasileño. Para la campaña del Invierno 2020, torneo llamado Guard1anes 2020, el entonces dos veces mundialista había concluido su largo recorrido en el balompié europeo, donde registraba participación en Francia, España, Grecia, Inglaterra, Portugal e Italia. Desde hacía año y medio (tres certámenes cortos) actuaba para el León mexicano, e incluso este conjunto acababa de desembolsar 2 millones de euros para comprarle la ficha del futbolista al Frosinone italiano.
Así, con la consigna de retribuirles a ‘los Panzas Verdes’ la confianza depositada en él, Campbell intentó darlo todo por el club con el objetivo de buscar el campeonato. En la temporada regular el tico vio acción en 16 de los 17 encuentros del León, aunque fue titular en solo cuatro, sin presencia en el marcador.
Seguidamente ingresó como permuta en sendos juegos de cuartos de final ante el Puebla (1-2 y 2-0), y gozó de un mayor protagonismo en semifinales contra el Guadalajara, por cuanto en el duelo de ida en el Estadio Akron le puso la asistencia de gol a su compañero Fernando Navarro (1-1), mientras que en la vuelta marcó su primera anotación del torneo al conseguir el único tanto del partido en el Nou Camp de León. En ambos compromisos frente a ‘Chivas’ Joel fue titular.
La gran final del Guard1anes 2020, ante Pumas de la UNAM, empezó el 11 de diciembre de ese año en el Estadio Olímpico Universitario.
Con la participación del costarricense en el primer tiempo, León y Pumas igualaron a uno. Tres días después el nacional ingresó temprano a la definición, pues apenas al 14’ su compañero ecuatoriano Ángel Mena se lesionó. Así, Joel Campbell jugó casi todo el partido en el que su escuadra se impuso 2-0 y obtuvo la octava corona en su palmarés. Tal vez su aporte, en términos generales, podía haber sido más determinante en el campeonato, sí, pero al final y al cabo sumó cada vez que su estratega ‘Nacho’ Ambriz requirió sus servicios, de ahí el que el nacional viera acción en 22 de los 23 encuentros que disputó el León esa vez.
Y así como el León se valió del concurso de un tico para aquel título en 2020, 64 años antes otro futbolista de Costa Rica también había gritado ‘¡campeón!’ en León. Leonel Boza, hábil extremo izquierdo de formación saprissista y exjugador del Orión y de la Universidad de Bogotá, jugaba su sexta temporada para el León de Guanajuato, club con el que ya había alcanzado una liga.
Luego de culminar una larga campaña compuesta por 26 encuentros, su equipo y el CD Oro igualaron en puntos en la primera posición, por lo que de acuerdo al reglamento, debían dirimir el título en una gran final en campo neutral. De tal manera el 25 de marzo de 1956 el Estadio Olímpico Ciudad de los Deportes albergó el enfrentamiento más importante de la temporada.
Como se trataba de otros tiempos, en los que el fútbol de Tiquicia era más valorado en México, resultaba normal la presencia costarricense en varios de los planteles de primera división; era el caso del León de Boza, y también del Oro, una opulenta escuadra de Guadalajara fundada por los joyeros ‘tapatíos’, que contaba con los ticos Evelio Alpízar y Walter Allen Meneses.
Aquella final costarricense en México fue ganada 4-2 por el León, que conquistó así la cuarta estrella de su historial. Leonel Boza no anotó ese día, pero había conseguido cuatro dianas a lo largo del torneo. En ese momento a Costa Rica llegó la noticia del título del exorionista, y fue muy grata especialmente para la población de Moravia, cuna del jugador. Lejos estaban los ticos de imaginar que la siguiente ocasión en que un hijo de nuestra patria tocara el cielo azteca sería más de seis décadas después cuando Joel Campbell haría lo propio, casualmente al servicio del mismo conjunto guanajuatense. ¡Pura vida!
* El autor es historiador de fútbol costarricense y responsable de la página de Facebook Gol de Camerino; pronto estará publicando el libro Nuestros primeros legionarios. Futbolistas ticos en el mundo 1875-1990.