El pasado 1.º de abril el defensor costarricense Francisco Calvo marcó su primer gol en el Torneo de Clausura 2024 de la liga mexicana.
La anotación, conseguida al minuto 88, cayó como un salvavidas para su equipo Bravos de Juárez FC, pues inició la remontada contra el Santos Laguna, que se había puesto arriba en el marcador desde el 63’.
Después, en tiempo de compensación, Ángel Zaldívar marcaría el segundo tanto del Juárez, que aseguraría los ansiados tres puntos que tanto requería el equipo, dada la caótica situación que atravesaba al acumular cinco compromisos sin conocer la victoria.
Con respecto al gol de Calvo, mundialista en Rusia 2018 y Qatar 2022, hay un dato que pasó desapercibido en nuestro país, y en las siguientes líneas lo voy a compartir con el estimable lector de everardoherrera.com…
Como es usual en el deporte que más nos apasiona, son los delanteros las figuras aliadas con el gol; de ellos se espera siempre su aporte ofensivo, y por lo tanto cumplen abombando las redes de la portería rival. A los defensores, por su parte, se les exige otras funciones: fuerza, rapidez, juego aéreo, liderazgo, incluso en épocas más recientes, una salida limpia… y si se trata de carrileros, pues se espera que se sumen al ataque y echen mano de centros venenosos que terminen siendo “medios goles”.
Pues bien, el que los encargados de defender la retaguardia de sus clubes además aporten goles es un plus para nada despreciable, por eso la importancia de la diana conseguida hace una semana por Francisco Calvo en el Estadio Olímpico Benito Juárez. La acción del zaguero costarricense obligó a preguntarnos: ¿cuál había sido el último defensor tico en anotar un gol en la primera división mexicana?
La respuesta nos remite a 2002. En aquel entonces ‘la Sele’ venía de fracasar en su intento por avanzar a octavos de final de la Copa Mundial Corea-Japón 2002, aunque hay que reconocer que exhibió grandes partidos, en cuenta el empate a uno ante Turquía y la derrota 2-5 frente a Brasil; ambos rivales alcanzarían el podio al final del certamen, y en el caso del ‘Scratch’, sería ‘pentacampeão’, demostrando así ser la mejor ‘Verdeamarela’ de las últimas décadas y la última en levantar el máximo trofeo del fútbol mundial.
Una vez concluido el torneo en campos asiáticos, Harold Wallace, lateral derecho de LD Alajuelense y quien rindió en gran forma en el Mundial, pasó a las filas del San Luis FC, cuadro recién ascendido a la primera división azteca que había conjuntado jóvenes valores de las divisiones inferiores del América -club con el que mantenía un convenio de colaboración deportiva-, con gente de experiencia como el guardameta Hugo Pineda y los zagueros José Milián, ‘Chema’ Higareda y José Luis Montes de Oca, exfutbolistas del Necaxa que dos años antes había alcanzado el tercer puesto en el primer Mundial de Clubes, además del volante exseleccionado azteca Raúl Rodrigo Lara. En cuanto a los refuerzos extranjeros, contaban con el uruguayo José Enrique García, el brasileño Marcelo de Faria ‘Tamandaré’, el peruano Flavio Maestri, así como con Wallace, mundialista tico que desarrollaba su segunda experiencia en ese país, pues siete años antes había jugado para el Zacatepec en la liga de ascenso.
El oriundo de Los Lagos de Heredia pronto se convirtió en titular del esquema del técnico Juan Antonio Luna, quien lo ubicaba en su habitual puesto de lateral derecho, aunque le encomendaba funciones más ofensivas, tarea nada extraña para el nacional, quien había sido extremo en sus inicios con las ligas menores de Saprissa. Así, Harold tuvo su debut en la red en juego frente al Atlante en octubre de 2002, y un mes más tarde, el 9 de noviembre, marcó otro gol en la cómoda victoria del San Luis 3-0 ante el Monterrey en el Estadio Alfonso Lastras, sede de los vencedores.
Entre las curiosidades que arrojó el segundo tanto de Wallace en la máxima categoría mexicana, hay que referirse al principal y que dio pie a este artículo: había sido el último que marcaba un zaguero costarricense en aquella liga, hasta el que anotó Francisco Calvo hace siete días. El timonel del conjunto regiomontano que con impotencia vio al jugador tico sacar un disparo entre dos de sus defensas cuando estaba a punto de terminar la primera mitad, fue nada menos que el argentino Carlos Alberto Passarella, campeón mundial en Argentina 78 y México 86.
Estuvieron encargados de la ofensiva del Monterrey el argentino-mexicano Guille Franco y Antonio de Nigris; este último perdería la vida en Grecia en 2009 a causa de un paro cardíaco provocado por una patología desatendida de su corazón.
Finalmente, y es quizás lo más curioso, el cuadro que encajó el gol de Wallace alineó esa vez al arquero Omar ‘el Gato’ Ortiz y al extremo Jesús ‘Cabrito’ Arellano.
Ambos futbolistas presentan la particularidad de que años después se verían envueltos en serios problemas con la justicia. Arellano fue acusado en 2017 de una supuesta violación a una sobrina suya, por lo que estuvo escondiéndose durante dos años; transcurrido ese tiempo fue detenido por las fuerzas policiales durante cinco días, hasta que fue liberado después de una audiencia con una jueza que no encontró elementos para retenerlo. El caso se reabrió a finales de 2020 y de nuevo se giró una orden de captura en su contra, ante lo cual el exfutbolista volvió a huir; hoy no se conoce su paradero y su estatus es de prófugo de la justicia.
En el caso de Ortiz, el cancerbero que al minuto 44 del partido en cuestión debió recoger del fondo de su portería el esférico lanzado por Wallace, en 2012 fue detenido como presunto miembro del Cártel del Golfo, una agrupación criminal que además de trasegar drogas, ejecutaba secuestros extorsivos y robo de vehículos.
Siete años más tarde, Omar Ortiz sería enjuiciado y condenado a 75 años de cárcel, pena que actualmente cumple en el penal de Cadereyta en el Estado de Nuevo León.
De Wallace a Calvo, de San Luis Potosí a Ciudad Juárez, de un posterior presidiario al actual portero del Santos Laguna… Mucha agua ha corrido en el río desde hace 21 años y cinco meses hasta el pasado 1.º de abril, cuando los últimos dos defensores ticos se aventuraron al ataque y marcaron sendos goles en la primera división mexicana…
* El autor es historiador de fútbol costarricense y responsable de la página de Facebook Gol de Camerino; pronto estará publicando el libro Nuestros primeros legionarios. Futbolistas ticos en el mundo 1875-1990.