El salvadoreño a los 17 años estuvo en el 10 a 1 contra Hungría
El Salvador tiene a sus espaldas una triste marca. Hungría y El Salvador se enfrentaron por la fase de grupos del Mundial de España 1982 en el Estadio de Elche, con un categórico marcador de 10-1, la mayor goleada en una Copa del Mundo.
La postal al final de los 90 minutos, parece surrealista: El Salvador lleva un gol, Hungría diez.
Tras afrontar el pase al mundial en medio de la Guerra Civil (lo cual se consideró como una hazaña), llegaría un trago muy amargo.
Ricardo Guevara Mora, el entonces portero salvadoreño en 1982, tenía apenas 17 años en aquel entonces. Tiene dos récords: el de ser el arquero más goleado y de ser el portero más joven en debutar en una Copa del Mundo.
Para Guevara, hubo algunos elementos que incidieron para ese trágico primer encuentro.
La selección era la luz que entraba por la grieta en El Salvador, un caldero burbujeante en esos momentos. Desde 1979, una cruenta guerra civil dividía al país dejando más de 75 mil muertos en diez años. Pero el fútbol nunca se detuvo. La selección, liderada por el mítico Jorge “Mágico” González, peleaba por un cupo para ir al Mundial de España. Para sortear el toque de queda, los partidos se jugaban a las once de la mañana. El país se permitía un respiro por noventa minutos. En el 81, en uno de los momentos más álgidos del conflicto, El Salvador timbró por segunda vez en su historia (ya habían estado en México 1970) un boleto a la Copa del Mundo.
“Teníamos todas las dificultades de una Guerra Civil, con problemas de financiamiento y los problemas sociales. Además hubo falta de preparación… Nadie esperaba en España ni siquiera que nosotros pudiéramos viajar al mundial. De hecho cuando llegamos, todo estaba rotulado con el nombre de México, que era el que podía asistir, era el sustituto perfecto de El Salvador”
“Viajamos dos días antes del partido. Viajamos a Guatemala, luego volvimos a El Salvador, fuimos a Nicaragua, luego a Costa Rica y esperar doce horas en Panamá. Nos quedamos luego en Santo Domingo cinco horas y de ahí hasta Madrid, es decir, casi 48 horas viajando. No lo estoy poniendo como excusa, simplemente que esto incidió en el primer partido”, recordó en declaraciones a www.everardoherrera.com y Al Pie del Deporte.
Eso no es algo que Guevara quiera poner como excusa, sin embargo sí lo resalta y le da valor.
“Para el grupo es un orgullo porque ante el sufrimiento del país, esa era la única esperanza que teníamos. Hubo tres días de alegría por la clasificación, el país sonrió”, recordó.
El Salvador terminó su aventura mundialista perdiendo por la mínima con Bélgica y 2-0 contra Argentina.
Escucha acá el relato completo del ex portero: