El tico Oscar Duarte fue titular y jugó los 90 minutos en el empate 0-0 ante un Deportivo que tuvo a Celso Borges en la suplencia a lo largo del compromiso.
Fue un duelo de necesidades en Riazor. El Deportivo, sumergido en los puestos de descenso recibía a un Espanyol que se presentaba a la cita tras seis jornadas consecutivas sin ganar lo que les acerca de forma peligrosa a los temidos puestos de descenso. Uno y otro ansiaban los tres puntos. Mucho más, el conjunto gallego para el que las opciones de permanencia se diluyen cada jornada.
Había mucho en juego. Deportivo y Espanyol salieron al terreno de juego con el objetivo de ir a por la victoria. Lo más destacado del primer cuarto de hora fue una polémica acción en la que Andone pudo ser expulsado tras una durísima entrada sobre Víctor Sánchez. No fue hasta el minuto 23, cuando llegó la primera ocasión para el cuadro catalán en un cambio de orientación de Granero. El centro desde el costado derecho que remataba de primeras Leo Baptistao. El balón se fue a las nubes, sin peligro para Rubén Martínez que ejercía como mero espectador del encuentro. Instantes después, era el conjunto de Seedorf el que respondía con un remate a la madera. Una pérdida de balón de Carlos Sánchez desembocó en un latigazo de Fede Cartabia desde fuera del área que rozó el primer tanto para los gallegos.
En la siguiente jugada, de nuevo, tras una pérdida de balón por parte del Espanyol, Schär realizaba un envío largo buscando la carrera de Andone. El rumano ganó en velocidad a Duarte pero falló en la definición. Las continúas pérdidas de balón fueron la tónica del primer tiempo y es que en uno de estos errores, los de Quique Sánchez Flores hicieron temblar la portería de Rubén Martínez. Un remate de cabeza de Leo Baptistao que salía acariciando el palo. Ahí concluía un primer acto sin goles pero con mucha iniciativa en ambos conjuntos.
Tras la reanudación, el guión del encuentro no parecía sufrir variación alguna. Pero con la llegada del minuto 63, el devenir del choque pudo cambiar a través de una pena máxima señalada a favor del Deportivo. Indiscutible el derribo de Granero sobre Lucas en el área. El propio delantero fue el encargado de lanzar el penalti que acertó a parar Diego López. Paradón del meta gallego. El conjunto deportivista no quería perder la fe, lo intentaba con más corazón que acierto y en una de esas ocasiones, Andone estrellaba en el travesaño un centro de Emre Colak. La desesperación se apoderaba de Riazor. Su equipo estaba mereciendo más pero el gol se resistía.
El esfuerzo titánico del equipo de Seedorf no tuvo recompensa. El Espanyol sobrevivió en Riazor, gracias en parte a Diego López que salvó a los pericos en los momentos más críticos. Reparto de puntos que no cambia la situación de ninguno de los dos equipos. Más complicada la permanencia para el Deportivo pero que hoy se marcha con una buena sensación. La imagen del equipo ha mejorado y Riazor devolvía ese esfuerzo con aplausos.