En cuanto empezó a rumorearse que Alejandro Sabella no continuaría al frente de la Selección argentina una vez que terminara el Mundial de Brasil, el nombre de Diego Pablo Simeone se instaló inmediatamente en el tope de la lista de candidatos para reemplazarlo, incluso un escalón por delante de Gerardo Martino. No obstantes este último al final fue el elegido.
Simeone extendió su contrato con el Atlético hasta el 2020. La única forma para que deje el club colchonero sería si lo llaman para dirigir la Albiceleste.
Es que, desde que asumió la conducción de Atlético de Madrid hace cuatro años, nunca estuvo tan concurrida la histórica Plaza de Cánovas del Castillo, sede de sus festejos. Cinco títulos ganó de la mano del entrenador del cuchillo entre los dientes y dejó de estar bajo la sombra del Real Madrid para ser el tercero en discordia en una Liga que siempre dominaron los merengues y Barcelona. Sobran los motivos, cantaría Joaquín Sabina, fervoroso hincha del Aleti, para afianzar la alianza. Por eso la extensión del contrato del técnico hasta 2020, que se anunció ayer, tiene sentido. No obstante, en la Argentina hace ruido porque Diego Simeone siempre estuvo destinado a dirigir la Selección y, así como fue número puesto después de la renuncia de Alejandro Sabella, es el candidato para Qatar 2022.
"Algún día se dará. Pero recién acaba de asumir Martino y el Cholo no está pensando en la Selección. Todavía es joven, ya tendrá tiempo", le confiaron a Clarín en su entorno. Así y todo, como sucedió en el contrato anterior, Simeone estableció una cláusula de rescisión al final de cada temporada, por lo que la puerta de salida no está totalmente cerrada.
Julio Grondona ya sabía que Pachorra tenía decidido irse después del Mundial. Lo supo en Cidade do Galo, donde se concentró la Selección, aunque se lo confirmó en su campo de Brandsen. El fallecido mandamás de la calle Viamonte, antes que nadie, pensó en Simeone para la sucesión. Sin embargo, el Cholo declaró públicamente que no era su momento. Por eso, a regañadientes, convocó a una reunión con Gerardo Martino. Murió antes de sentarse a hablar con el Tata. Y la conducción de la AFA cambió, claro. Pero el nombre de Simeone está latente, independientemente del camino que tome el seleccionado bajo la órbita del estratega rosarino, que estará sentado en el banco durante el Mundial de Rusia 2018.
"Hoy en día es muy difícil elegir, yo lo estoy haciendo y elijo estar aquí", afirmó el Cholo en una protocolar conferencia de prensa, rodeado por eel presidente, Enrique Cerezo, y el director deportivo, José Luis Pérez Caminero. Simeone había renovado su vínculo con el club en el 5 de marzo de 2013 hasta 2017. Entonces, acordó un contrato por 2,5 millones de euros por temporada. Con esta actualización, pasará a cobrar 6 millones de la moneda europea y estará en el top ten de los técnicos mejor asalariados del mundo. Sólo es superado por Pep Guardiola (Bayern Munich, 12 millones); Mourinho (Chelsea, 10); Arsene Wenger (Arsenal, 8,2); Carlo Ancelotti (Real Madrid, 7,5) y Manuel Pellegrini (Manchester City, 6,5). En definitiva, hoy por hoy, es el entrenador argentino de mayor sueldo en el mundo.
"Cuando llegamos soñaba un equipo competitivo, contragolpeador, molesto, que lo juegue todo, Liga, Champions, Europa League, Supercopa... Nuestro proyecto es que el jugador no interprete contra quién juega, sino la camiseta que viste", afirmó el Cholo, que le transmitió un sentido de pertenencia al equipo en el que jugó a mediados de los noventa. Y si acordó su continuidad fue, precisamente, porque cree en el trabajo a largo plazo y aunque la vara está alta, apuesta a los desafíos. El más importante, superar a Real Madrid en los cuartos de final de la Champions.
También sabe Simeone que el uruguayo Edinson Cavani (París Saint Germain) y el alemán Marcos Reus (Borussia Dortmund) están cerca de sumarse al plantel. Entonces, tendrá su propia Selección, más allá de que, tarde o temprano, su futuro será celeste y blanco.
Fuente: Diario Clarín