El futbolista francés, Benjamin Mendy está en la cárcel acusado de hasta siete violaciones, un tipo de delito que no suele gustar nada al resto de reclusos. Esto le pone en peligro de agresión, lo que ha motivado que se le traslade de su centro penitenciario a uno de Mánchester llamado 'Strangeways', de los más duros de la geogragía inglesa.
Fuentes de la institución han expresado al diario 'The Sun' que la razón de su desplazamiento es que "su caso tiene un perfil muy alto. Eso puede conducir a problemas de seguridad y manejo de prisioneros y se consideró que las condiciones de Categoría A podrían estar mejor equipadas para lidiar con cualquier potencial problema".
"Strangeways' es una de las cárceles más duras del país. Y su otro problema será la cantidad de hinchas del Manchester United que hay allí. Gritarán su nombre durante semanas para que no duerma mucho, especialmente porque está acusado de delitos sexuales", continúan representantes del organismo al tabloide antes mencionado.
"También hay muchos fanáticos del City, pero incluso los más ávidos lo tendrán difícil para defender a un presunto delincuente sexual", zanjaron los mismos. La situación, dejando de lado ya el traslado, de Benjamin Mendy es catastrófica. Lleva entre rejas desde el 27 de agosto y no parece que vaya a salir pronto.