El tibio empate 1-1 entre Estados Unidos y Canadá, significa que los estadounidenses solo han conseguido dos puntos de seis posibles, anotando solo 1 gol en 180 minutos. Previo a su visita a Honduras existe preocupación por el inicio de la Octagonal.
El analista Charles Boehm saca tres conclusiones del segundo empate de Estados Unidos en la eliminatoria mundialista de la CONCACAF.
1. Las heridas autoinfligidas son las que más duelen
Aquí hay mucho en juego y los márgenes son estrechos, lo que hace que dispararse en el pie sea particularmente irritante. Aunque el empate 0-0 del jueves en El Salvador no fue muy bueno, el estado de ánimo alrededor de la selección (de Estados Unidos) parecía bueno en la cuenta regresiva para este partido. Era probable que Christian Pulisic regresara, se esperaba una gran multitud y Canadá estaba resentido por su empate en casa con Honduras.
Entonces, un golpe repentino y sorprendente llegó unas horas antes del juego. Weston McKennie, una de las personalidades más influyentes y queridas en el camerino, así como en el medio del campo, violento el regalemento del equipo. Luego confesó en Instagram que había roto los protocolos COVID-19, y no jugaría contra Canadá. (Y es posible que tampoco sea autorizado para el partido de Honduras).
Sebastian Lletget ocupó su lugar en el once inicial y lo hizo bien, pero no hay forma de escapar del efecto desestabilizador de perder una pieza fundamental tan cerca del juego. Sus compañeros de equipo admitieron que se echaba de menos la energía y el liderazgo de McKennie.
“Es un jugador muy importante para este equipo. Obviamente hace su aporte en el campo, pero incluso fuera del campo, la forma en que une al equipo ”, dijo Tyler Adams después del partido.
"Todo el mundo tiene que estar preparado, pero obviamente es muy decepcionante ... para ser justos, nos duele, a él como persona, como jugador".
2. Lento, vacilante e ingenuo
Los planes tácticos de Canadá fueron claros: mantener al rival apretado en la parte posterior con un 5-4-1 y olfatear las oportunidades de romper en la transición, con velocidad feroz y la amenaza de Alphonso Davies.
“Realmente había muy poco espacio entre las líneas y estábamos tratando de operar fuera de las líneas, y eso le dio a Canadá la oportunidad de seguir cambiando, y nunca fuimos realmente penetrantes”, dijo Berhalter.
Estados Unidos fue extrañamente vulnerable a esos momentos de contraataque en la primera mitad, pero tuvo suerte, y Adams neutralizó algunos de esos ataques.
Con EE. UU. jugando una línea alta, la pelota simple (pero inteligente) de Sam Adekugbe expuso a DeAndre Yedlin mientras Davies encendía sus propulsores por el flanco izquierdo, y John Brooks perdió la pista de Cyle Larin para permitir el más simple de los ataques. Fue un momento fugaz de desidia colectiva que fue brutalmente castigado.
“Después de que anotamos nuestro primer gol, a veces necesitamos ser capaces de ganar un juego como este 1-0”, dijo un abatido Pulisic después del juego, “creo que se deben hacer ajustes o, a veces, incluso tener que defender un poco más. ... es importante en juegos como este, juegos difíciles, simplemente esforzarse ".
3. Brenden Aaronson, un punto brillante
Desde que se mudó al RB Salzburg el invierno pasado, el jugador salido de la academia Philadelphia Union parece haber seguido mejorando en su ascendente trayectoria, si nos guiamos por la técnica y el ritmo de trabajo que mostró aquí.
Su gol fue la recompensa justa por todo eso, y no fue solo su inteligente movimiento hacia el segundo poste cuando una combinación precisa entre Kellyn Acosta y Antonee Robinson se desarrolló por el carril izquierdo; también presionó a Alistair Johnston para crear la rotación que inició toda la secuencia.
Después del partido, Berhalter sostuvo que estaba contento con el esfuerzo general de su equipo, pero claramente faltaba cierto nivel de urgencia en muchos de los compañeros de Aaronson.
MÁS INFORMACIÓN
Canadá consigue valioso punto de visita frente a Estados Unidos (1-1)
Clásico de Brasil ante Argentina pasa a jugarse en el escritorio
Clásico de Brasil ante Argentina pasa a jugarse en el escritorio