El 2020 tuvo algo en común para el entrenador Thomas Tuchel y para el club Chelsea FC, no terminó nada bien. Por un lado el alemán fue despedido del Paris Saint-Germain y por otro el club londinense se ubicaba en la novena posición de la Premier League. Pero todo empezaría a cambiar en enero del 2021.
Los directivos del Chelsea tomaron la difícil decisión de despedir a un ídolo de la institución como Frank Lampard y contratar a Tuchel, quien hacía un mes había sido echado por la puerta de atrás del PSG. En ese momento solo pensaban en terminar la competición en puestos clasificatorios a torneos europeos para "salvar" la temporada.
Con Lampard los "blues" jugaban con un 4-3-3. Pero el recién llegado técnico alemán cambió a una línea de tres, un medio muy cargado con dos volantes de contención, dos carrileros, dos creativos apoyando al ataque, y arriba un único nueve como pivote. Con ese nuevo esquema táctico consiguió 4 puntos en los dos primeros juegos que dirigió, un empate sin goles contra Wolverhampton y una victoria 2-0 contra Burnley.
Desde ahí arrancó una racha de 15 partidos invicto. Tuchel llevó al equipo a la cuarta posición de la Premier, a la final de la FA Cup (donde en semi eliminó al City de Guardiola), y claro, a la final de la Champions. Pero sus logros van más allá de los resultados. Le devolvió el hambre de gloria a sus hombres, cambió por completo los aires del equipo, y llevó al club una vez más a la elite del fútbol mundial.
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