Inglaterra tiene claro que el futuro del fútbol sigue siendo de los aficionados y quiere proteger ese principio por encima de todo.
Por ello, el gobierno inglés ha anunciado la creación de un organismo independiente regulador que evite posibles fugas de los equipos de la Premier a competiciones como la Superliga.
El anuncio en abril de 2021 de la creación de esta competición con la participación de Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester City, Manchester United y Tottenham sacudió los cimientos del fútbol inglés, provocando las protestas de miles de aficionados en las calles del país.
Un movimiento que no quieren que se repita con la creación de este cuerpo regulador, que "tendrá poder para evitar que los clubes ingleses se muevan a competiciones que no cumplan los criterios predeterminados, incluyendo medidas para impedir que los clubes participen en competiciones cerradas que perjudiquen el fútbol nacional como la Superliga".
La creación de este organismo se ha visto en Inglaterra como una de las mayores transformaciones en la historia del fútbol inglés. "Desde sus inicios hace 165 años el fútbol ha sido una fuente de orgullo para los aficionados y ha servido de inspiración para millones de fans. Pese al éxito sabemos que hay desafíos reales que amenazan a los clubes grandes y pequeños. Este nuevo plan protegerá el patrimonio y las tradiciones de nuestros clubes de cara al futuro", aseguró el primer ministro Rishi Sunak.
Las competencias de este nuevo organismo
- Evitar la quiebra de los clubes como ha ocurrido con el Derby County, Bury y Macclesfield Town
- Realizar pruebas más duras a directores y propietarios para proteger a los clubes
- Más poder a los aficionados en la toma de decisiones de los clubes a la hora de cambiar la herencia de los equipos como los colores, el escudo o el nombre del estadio
- Poder para bloquear la salida de los clubes ingleses a competiciones como la Superliga
El nuevo órgano, creado a partir de una encuesta realizada la pasada temporada entre los aficionados, ha nacido para proteger la competición doméstica, evitar la quiebra de clubes históricos y para intentar dar una mayor participación a los aficionados dentro la toma de decisiones de los equipos, que podrán frenar a los propietarios a la hora de cambiar el escudo o los colores del equipo.
Evitar “propietarios sin escrúpulos”
Tendrá "poderes específicos" según ha dicho el gobierno para intervenir y resolver cómo fluye el dinero desde la Premier League a los equipos que están en la parte baja de la pirámide del fútbol inglés. Habrá un nuevo test para los dueños de los equipos diseñado para proteger los clubes de "propietarios sin escrúpulos" y un mayor control sobre el origen del dinero de los dueños, además de exigir una fuerte planificación financiera.
"El fútbol inglés permanece como una de las grandes exportaciones culturales de Reino Unido, con los clubes y ligas siendo un modelo de éxito alrededor del mundo. Esa es la razón por la que el gobierno hoy ha tomado los pasos necesarios para asegurar que esto continúa así durante generaciones", se aseguraba en el comunicado que explicaba la decisión gubernamental.