La sanción de 15 puntos que recibió la Juventus el pasado viernes condicionó sobremanera su partido contra el Atalanta, que derivó en un igualado intercambio de golpes (3-3) en el que hubo hasta dos remontadas y que dejó insatisfecho a ambos equipos.
Para Allegri, la sanción convirtió la temporada en una oportunidad perfecta de hacer historia, una campaña para el recuerdo dando la vuelta a la situación, aprovechando el máximo de los 60 puntos que había en juego. Empezó el trabajo de la Juve con un rival duro, un Atalanta que llegaba tras dos goleadas y con un Lookman desatado que no estuvo por la labor de facilitar el trabajo de los blanquinegros.
Y es que el nigeriano, en el minuto 4 de partido, ya había abierto el marcador tras un error en la construcción de los locales -y otro de Szczesny a la hora de tapar-, que regalaron la posesión y no pudieron cerrar a tiempo la rápida contra montada por los 'nerazzurri'.
El gol de la 'Dea' hizo presagiar lo peor en el Juventus Stadium. Con la sanción siempre en mente, las dos goleadas del Atalanta y el tempranero gol no invitaron al optimismo. Pero la Juve demostró que es en los momentos de dificultad en los que se demuestra la unión y el significado de equipo. La columna vertebral de la plantilla cerró filas desde el momento de la sanción con mensajes en redes y los once titulares hicieron lo propio sobre el verde.
Dirigidos por un soberbio Di María, que parece dispuesto a echarse al equipo a la espalda y a mejorar su versión inicial de temporada, la Juve consiguió darle la vuelta al marcador. Primero con un gol desde los once metros del propio 'Fideo' y nueve minutos después con un precioso remate de Milik desde el punto de penalti en una jugada en la que Di María volvió a ser capital.
Se desató la locura en el estadio, se veía en las caras de los jugadores el alivio con la remontada, conscientes de la importancia del momento, de lo complicado de darle la vuelta al marcador ante el Atalanta y de la buena primera mitad que estaban rubricando, en la que ajustaron los problemas defensivos y dominaron desde la posesión.
El trabajo en la primera mitad estaba hecho para la 'Vecchia Signora'. Solo le faltaba completarlo con una buena segunda parte. Pero si algo caracteriza a esta Juve es su poca regularidad cuando va por delante en el luminoso. Otro error en salida, con el equipo abierto, volvió a comprometer el trabajo realizado. Esta vez Lookman fue el encargado de asistir a un Maehle que no falló ante Szczesny y abrió el choque en el minuto 46.
Solo siete minutos después, Lookman volvió a colocar a los suyos por delante firmando su doblete, el tercero en los tres últimos partidos, una marca que demuestra el alto nivel del nigeriano, que ha explotado bajo las órdenes de Gasperini. Volvió a enmudecer el Juventus Stadium, que no podía creer lo que estaba viendo.
No bajó los brazos la Juve y remó, de nuevo, contra corriente, hasta que Danilo, de falta, tras el saque en corto de Di María, colocó el empate en el marcador. Siempre aparece en los momentos importantes el hoy capitán blanquinegro. Explotó Allegri en el banquillo celebrando el tanto del brasileño que devolvió al partido a su equipo. Movió piezas el técnico y dio entrada a Chiesa para buscar desequilibrio y a Kean para dar frescura arriba.
Se descontroló el partido en los últimos minutos, en una clara declaración de intenciones de ambos equipos, ávidos de victoria por diferentes motivos. La Juve para demostrar que no es un equipo desahuciado, la 'Dea' para no perder su puesto con la Roma.
Ninguno fue capaz de volver a perforar la portería del contrario. El empate dio la sensación de insuficiente para ambos equipos que, con tanto en juego, dieron un espectáculo futbolístico.
La Juve inicia su remontada en la clasificación con la sensación de ser un equipo preparado para pelear por Europa. El Atalanta mantiene su versión más ofensiva y a Lookman en estado de gracia, aunque se queda quinto en la tabla, justo por detrás de la Roma, a falta del partido de la Lazio, que se mide al Milan.