En un nuevo capítulo de ocurrencias del fútbol que parecían impensables pero que iban a tener que acabar pasando algún día, el Hull City-Birmingham se retrasó porque la portería era demasiado grande.
Los clubes confirmaron poco antes del arranque del duelo que las dimensiones de la meta eran unos cinco centímetros mayores de lo estipulado, conque hubo que esperar 20 minutos extra.
Los colegiados se dieron cuenta en su revisión previa al evento, en la que los árbitros suelen acercarse a las redes de los dos extemos del terreno de juego para echarles un vistazo.
Esto se suele hacer a través de los árbitros asistentes, que examinan el lugar ayudados de sus banderines por si encuentran algún desperfecto u objeto.
Una vez llevado a cabo este análisis y concluido que había un problema, no era lo ideal buscar nuevas porterías, así que se ordenó que unos operarios ingresaran al campo con una motosierra para ajustar el tamaño de la madera en cinco centímetros menos. Evidentemente, los vídeos del momento no tardaron en hacerse virales.