Este domingo el equipo del Arsenal, con la victoria de local 3-2 ante el Liverpool, volvió a confirmar que son una plantilla entera, compacta y seria que quiera hacer grandes cosas en esta temporada.
El compromiso fue correspondiente a la décima fecha de la Premier League.
Los 'gunners' se llevaron el triunfo en un partido de lo más disputado y que ganó el que más quiso y el que más eficaz fue de cara a portería. Saka firmó un doblete para poner por delante en dos ocasiones al Arsenal y darle finalmente los tres puntos.
No hubo tiempo para tomar el asiento y darle un trago a la botella de agua sin tapón que por poco se derrama toda la botella. Lo que sí tiró el Arsenal es un jarro de agua fría sobre un Liverpool que ni se coscó de la velocidad con la que construyó la jugada su rival. Balón para Odegaard en la frontal, este se lo filtra a Martinelli y el brasileño bate de primeras a Alisson.
Por supuesto que no faltó la polémica en el Emirates y no tardó en llegar. El balón golpeó en la mano de Gabriel Magalhaes y el árbitro de VAR no vio nada. Pareció bastante claro el penalti porque el futbolista tenía el brazo completamente despegado del cuerpo.
El trencillo dijo que había que seguir y a la media hora pudo marcar Saliba en propia portería antes de evitar lo que era un gol cantado del Liverpool tras un pase de la muerte. Menos mal que intervino bien Ramsdale, aunque el Liverpool tenía mucho que decir.
MÁS INFORMACIÓN
- Nottingham Forest renueva contrato de su entrenador Steve Cooper
- ¡Todo se define en Tibás! Alajuelense y Saprissa empatan 0-0
- Milan se impone en el clásico frente a la Juventus (2-0)
- Manchester City cumple y golea 4-0 al Southampton
- Iker Casillas afirma que sufrió hackeo de sus redes sociales tras mensaje en el que decía ser gay
Centró Luis Díaz, que luego acabó lesionado, desde la derecha y Darwin Núñez se lanzó con todo para rematar con el exterior de la bota y conseguir devolver el empate al marcador en un intensa primera mitad.
Cuando ya estaban todos listos para caminar hacia el túnel de vestuarios, el Arsenal volvió a hacer un tanto de lo más psicológico. De los que tocan el corazón y la cabeza. Martinelli centró, Gabriel Magalhaes lo dejó pasar y en el segundo palo sorprendió Saka para volver a adelantar al Arsenal. De locos.
Ya en el segundo tiempo, el Liverpool volvió a empatar por medio de una gran definición de Firmino mediante un disparo cruazado con la zurda y ahí comenzó un fuerte tira y afloja. Gabriel Jesus cayó tendido al llevarse un fuerte codazo de Tsimikas. El brasileño, al final, se fue ovacionado porque literalmente se partió la cara contra el Liverpool.
Sobre el minuto 70, Thiago metió la pierna tarde, golpeó al propio Gabriel Jesus y el árbitro señaló una pena máxima que no falló Saka para firmar su doblete en un partido de los grandes. Con eso, el Arsenal quiso dormir el partido y jugar con la cabeza y la de su rival hasta volver a tocar el cielo de la Premier.